ONU se mantiene inmune pese a admitir su responsabilidad en el estallido de cólera en Haití
La justicia estadounidense rechazó la demanda presentada en nombre de víctimas de la epidemia.
Esta ha sido una semana de autocrítica y de alivio para la ONU. La organización admitió por primera vez su responsabilidad en el estallido en 2010 de un brote de cólera en Haití, tras años negandolo, sin embargo, la justicia estadounidense reafirmó su inmunidad ante una demanda de víctimas de la epidemia que reclaman una compensación multimillonaria.
Ambos episodios reflejan el delicado juego de equilibrios que trata de hacer Naciones Unidas ante la polémica por la reaparición del cólera en Haití, donde se consideraba erradicado y que en los últimos seis años ha matado a más de 9.000 personas y afecta a unas 8.000 en el país más pobre del Hemisferio Occidental.
De un lado, la ONU busca limpiar la mala imagen por minimizar su papel en la crisis del cólera cuando su función como organismo internacional es recetar buenas prácticas en el mundo. Pero del otro, quiere blindar su inmunidad legal y evitar cualquier costosa demanda que pueda sentar un precedente.