En el Ciudadano ADN conversamos con una chilena que logró conocer de manera cercana a la recientemente fallecida diva de la música italiana, Raffaella Carrà. Nos referimos a Carmen Casivar, abogada especializada en propiedad intelectual y quien a finales de la década de los 80 trabajó como asistenta de la artista detrás de éxitos como «En el amor todo es empezar» o «Fiesta».
«Yo llegué a España a finales del 86 y trabajé en muchas cosas hasta que llegué al área audiovisual debido a la publicidad y empecé a trabajar en diversos programas de televisión como el Club Disney», comenzó relatando Casivar, quien luego detalló que gracias a un amigo suyo de la época llamado Pablo Serrano – «algo así como mi agente, pues tenía una fe ciega en mí», explicó – llegó a trabajar con Raffaella Carrà en el programa de televisión «¡Hola, Raffaella», «porque había una niña que metió la pata en directo».
«Era un programa enorme que llevaba unos cuantos episodios al aire, que era un éxito rotundo y fue como muy rápido», rememoró.
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Los secretos de Raffaella Carrà
La fallecida artista italiana tenía un montón de virtudes, conocidas y no tanto. De acuerdo a Carmen Casivar, ella «era una persona que tenía las cosas claras y muy honesta en todos los niveles. Como profesional para mí siempre será una referente».
«Era una persona respetuosa con el trabajo de los demás, jamás la tuvimos que esperar. Era alguien rigurosa sin tener actitudes de diva. Estaba muy preocupada de cómo estaba su equipo. Era una persona que te daba un ejemplo de cómo trabajar. Nos reuníamos en su planta donde vivía esos meses que estaba en España. Ahí tenía un gimnasio, su cocina y sus cosas. Llegábamos los domingos en la tarde a comentar lo que haríamos en el programa. Te preparaba cosas y era muy espontánea», describió la entrevistada en conversación con Ciudadano ADN.
Además de lo anteriormente mencionado, Casivar también reveló una curiosa regla que no se podía romper frente a la presencia de Raffaella Carrà.
«No se podía usar el color morado frente a ella», aseguró.
«Yo venía de la publicidad, donde todo era más desordenado. Llegué el primer día con jeans y zapatos y todos me dijeron que tenía que ir súper bien vestida. Ella lo consideraba un respeto al trabajo que se estaba haciendo. Si llegaba Mel Gibson o Sophia Loren, tenías que recibirlos bien», explicó la chilena.
Conoce a Carmen Casivar, la mujer que a finales de los 80 fue asistenta de la artista italiana
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