Durante este martes, el alcalde de Ñuñoa, Sebastián Sichel, conversó con País ADN y abordó el remezón político tras las elecciones, las tensiones internas de la derecha y su mirada sobre el futuro de Chile Vamos, al que dio por “muerto” tras los resultados del domingo.

En ese contexto, Sichel recordó el episodio de su apoyo a José Antonio Kast en la elección presidencial anterior y aclaró que nunca hubo un encuentro. “No, foto nunca. Nunca me junté con ellos”, señaló.

“Puse condiciones, no me dijeron que no, y me dijeron que no a una, y por lo tanto yo dije que yo individualmente votaba, pero no había participado en la campaña, que es lo que hice. No hubo foto, no hubo nada”, añadió.

Consultado sobre si Chile Vamos está vigente, respondió: “De verdad, está muerto. La política exige hacerse cargo cuando te va mal; a mí también me pasó. Antes era fácil decir ‘Sichel se equivocó’. Ahora se dice ‘Evelyn se equivocó’. Y llega un momento, como en el viejo chiste bíblico, en que uno pregunta: ‘¿Seré yo, maestro?’”.

“Los votos que saqué en su minuto, y los que sacó Evelyn, fueron más mérito de los candidatos que de los partidos, que vienen a la baja, tal como les ocurrió a los partidos tradicionales de la Concertación. Son partidos que aportan poco electorado, que dejaron de interpretar a alguien, salvo al votante de derecha, que hoy interpreta mejor Republicanos y el Partido Nacional Libertario”, detalló.

Un solo partido

Además, afirmó que “son partidos que funcionan condicionando al candidato: ‘o haces lo que queremos o nos vamos con Kast’. Vives con una amenaza velada permanente. A mí me pasó: fui más duro, no acepté esas reglas y se fueron”.

“Siempre había un candidato que le decía: ‘Si usted no viene, se saca una foto conmigo y dice que soy lo más importante, me voy’. Eso refleja la falta de contenido en el proyecto de derecha democrática que representó Sebastián Piñera y la existencia de partidos convertidos en maquinarias parlamentarias”, recordó.

En esa línea, Sichel planteó que Chile Vamos “debería transformarse en un solo partido y definir si es distinto o igual a Republicanos. Si creen que es igual, que se vayan con ellos; es más honesto. Si creen que es distinto, armen un partido de centroderecha o centro democrático que compita con Republicanos y convoque también a quienes quedaron huérfanos de la antigua Concertación”.

Respecto a las responsabilidades tras la derrota, dijo que no puede pedir renuncias porque no es militante, pero sí que “si a un equipo le va mal, cambia el técnico o la estrategia. Lo que no puede hacer es decir ‘nos fue bien’. Eso es engaño colectivo”. Y extendió esa reflexión al oficialismo: “Lo mismo aplica para Jeannette Jara: este es el peor resultado de la izquierda chilena en mucho tiempo”.