Felicidad en niños y niñas: Psicólogo de Fundación Integra explica importancia de los pequeños detalles

En el Ciudadano ADN creemos completamente que está bien no estar bien. Por eso, en nuestro bloque de salud mental, conversamos con el psicólogo, profesional supervisor del Departamento de Promoción y Fono Infancia de Fundación Integra, Rodrigo Cordero, sobre el Día Internacional de la Felicidad.

“La felicidad es un constructo que para todas las personas puede significar algo distinto. Eso no se aleja a la experiencia que pueden tener niños y niñas en relación a cómo construyen el significado y experiencias de la felicidad”, comentó Cordero al inicio de la conversación.

En esa misma línea, el psicólogo planteó que “podemos ir esperando que, a medida que la sociedad y las culturas cambian, efectivamente, lo que nos haga felices puede ir modificándose con el tiempo”.

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¿Éramos todos felices?

Usualmente, las personas tienden a tener una cierta nostalgia por tiempos pasados, en donde se sentían más felices. De acuerdo al profesional de la salud mental, esto posee una explicación.

“Es algo bastante significativo debido al impacto que tiene en el desarrollo de niños y niñas, esos momentos felices. Es algo que recordamos y que nos acompaña en nuestra biografía”, señaló.

De ese mismo modo, Cordero planteó que “prestar especial atención a los momentos de felicidad va a contribuir a que esas memorias, esos vínculos, esos episodios significativos, permanezcan en el tiempo”.

La felicidad en los niños

El profesional de Fundación Integra se refirió a cómo las personas vamos teniendo distintas experiencias que nos hacen componer nuestro propio concepto de alegría.

“Las experiencias van a ser distintas según el momento del desarrollo en que nos encontremos. En muchas ocasiones, adultos y adultas solemos pensar que todos y todas nos movemos desde ese mundo, mientras que niños y niñas pueden significar las cosas desde el momento del desarrollo en que se encuentren”, expresó.

Así, Cordero señaló que “para nosotros, un abrazo o un beso puede ser algo muy cotidiano, pasajero y sencillo, pero para un niño y una niña, es muy significativo… desde ahí, podemos hacer el ejercicio consciente de detenernos en esos detalles”.