“Solamente somos nosotros”: Vicepresidente de Club Social y Deportivo Independencia de Limache alerta falta de ayuda en la zona post incendios

A raíz de la catástrofe ocurrida en la región de Valparaíso, el Club Social y Deportivo Independencia, de Limache, puso su cancha para que las familias sobrevivieran a los incendios. Por eso, en el Ciudadano ADN tuvimos la oportunidad de conversar con Raúl González, vicepresidente del club.

“Se nos vino la lluvia y la gente ha venido aquí a buscar nylon, pero no tenemos cómo ni de dónde sacar. Prácticamente la municipalidad ha pasado por fuera, pero no ha llegado aquí, a nosotros”, dijo al inicio de la conversación el miembro del Club Social y Deportivo, refiriéndose a las precipitaciones anunciadas en la zona centro del país.

Las dependencias del club social y deportivo quedan cerca de la plaza de la Villa Independencia. De acuerdo a González, “somos los únicos que quedan casi en pie aquí en la plaza”.

“Se quemó el centro de madres, el club de ancianos y quedamos nosotros parados, yo creo que con una misión”, dijo.

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El rol del Club Social y Deportivo Independencia en la emergencia

De acuerdo al vicepresidente del club, la sede funciona como centro de acopio y distribución. “Todo llega aquí y distribuimos a la gente que se pueda. Durante los tres primeros días, le repartimos a toda la gente. Lástima que después tuvimos que pedirles la ficha para hacerlo un poco más seleccionado y que nos alcance”, relató.

En esa misma línea, González destacó la ayuda recibida por particulares provenientes de lugares como Providencia, Lo Prado y Cabildo. “Estuvieron dos días con nosotros metidos sacando escombros. Vino una comitiva de como 14 camiones, que se quedaron dos días con nosotros y nos limpiaron todo lo que es la plaza”, aseguró.

“Ahora la ayuda pasa por fuera, por El Olivar, pero no se ha metido en la Villa Independencia y solamente somos nosotros, los socios y particulares”, señaló.

El sacrificio de toda una vida

Por otra parte, el dirigente habló sobre cómo diferentes familias han tenido que quedarse entre escombros con el fin de evitar que haya toma de terrenos.

“Aquí la gente se ha quedado, ha sacado carpas y lonas, durmiendo a la intemperie con el miedo de que venga alguien de afuera y se lo tome. Ha sido sacrificado, tengo miles de vecinos que perdieron todo. Soy nacido y criado en la Villa Independencia, tengo 38 años, y lo más desolador es ver gente de edad que me dice, ‘Raulito, no sé cómo pararme’. Es el sacrificio de toda una vida y es triste, conmovedor”, expresó.