Martes 13, mala suerte: Cuáles son los mitos y los orígenes de la histórica creencia

El martes 13 goza de una mala fama a nivel mundial y desde tiempos pasados que se relaciona con el mal y la mala suerte. Son diversas las creencias mitológicas, históricas y religiosas que sostienen por Europa, América Latina y medio oriente, la desdicha del día martes y del número 13, por sí solos o en conjunto. Aunque, en las culturas anglosajonas, la mala suerte viene el día viernes 13, mientras que en Italia es el mismo día, pero el 17.

El número 13 tiene una connotación negativa en muchas culturas. Para los judíos son 13 los espíritus malignos. También, 13 es el número del ‘carnero’ que Abraham sacrificó para Dios, por lo que está asociado a la muerte.

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Para los vikingos, el número 13 se asocia a una calamidad, ya que es la cifra de Loki, un dios lleno de caos y traicionero, por lo que para los nórdicos genera desconfianza y se considera poco fiable.

Para los cristianos, siempre ha significado un número de mala suerte. Trece fueron los asistentes a la Última Cena, y también fue el número de Judas, el decimotercer apóstol, por lo que se asocia a la traición y desgracia. Además, se tiene la creencia que Jesús fue crucificado un viernes 13. También, cuando se escribió el libro del Apocalipsis, el Anticristo está nombrado en el capítulo trece, acrecentando el mito.

Sumado a todo, para los tarotistas, la carta número trece está designada a la muerte. Y se representa por un esqueleto que asesinó a los reyes con una guadaña. Por lo que es una de las cartas con la mayor connotación negativa.

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¿Por qué el martes?

Para los romanos, tiene su origen en “El Pequeño Maléfico”, como era llamado el Dios Marte, el señor de la guerra. El día de la divinidad romana, violenta y causante de innumerables guerras y conflictos, no era el más idóneo para realizar las celebraciones o cerrar negocios, por lo que se evitaba el martes a toda costa.

Durante la edad media, se tenía la creencia de que las brujas y brujos se tomaban el día martes para realizar sus hechicerías, debido a que, en la tradición de occidente, los martes y viernes, los espíritus están rondando cerca de los pueblos.

Adicionalmente, la mala combinación del martes y el trece, como una fecha oscura y desdichada, provendría de una fusión entre la creencia cristiana y la romana. Además, históricamente, se asocia al día de la caída de Constantinopla a manos de los otomanos en 1453. Adicionalmente, para los cristianos, Jesús fue crucificado un viernes 13.

Finalmente, una fecha que realmente fue un trece, es el inicio de la persecución contra los cabaleros templarios, que acabaría con la destrucción de la orden, según NatGeo.