¿Calor y problemas digestivos?: estas son las complicaciones que las altas temperaturas pueden generar en el estómago, según expertos
Con el termómetro superando los 30°C en la Región Metropolitana, la ola de calor producto del fenómeno del niño no solo afecta nuestra piel, sino que también impacta directamente en la salud digestiva.
Getty Images / Fabio Camandona
Con el termómetro superando los 30°C en la Región Metropolitana, la ola de calor producto del fenómeno del niño no solo afecta nuestra piel, sino que también impacta directamente en la salud digestiva.
Es más, especialistas advierten sobre la estrecha relación entre el calor extremo y el funcionamiento del estómago, resaltando la importancia de cuidar nuestra alimentación y la salud intestinal durante el verano.
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En concreto, la temperatura corporal, normalmente mantenida entre 36.5°C y 37.5°C, juega un papel crucial en los procesos digestivos. Durante este proceso, se genera calor debido al proceso de fermentación ejecutado por la microbiota intestinal, mejorando la eficiencia digestiva en el tracto digestivo.
Los riesgos
Sin embargo, las altas temperaturas cambian el panorama. Cuando el cuerpo se expone a un calor intenso, redirige el flujo sanguíneo hacia la piel para liberar calor y regular la temperatura corporal, dejando en segundo plano los procesos digestivos. Catalina Garrido, ingeniera en biotecnología de NUP! Chile, señaló que este cambio puede ser el desencadenante de enfermedades estomacales.
“La redirección del flujo sanguíneo afecta al tracto gastrointestinal, disminuye la capacidad de digestión y pueden aparecer síntomas como estreñimiento, diarrea, náuseas y acidez. Esto, junto con la deshidratación por las altas temperaturas, crea un ambiente propicio para el crecimiento de bacterias patógenas en el intestino y en los alimentos frescos”, indicó la especialista.
A medida que la temperatura aumenta, también lo hacen las infecciones gastrointestinales bacterianas. Por aquello, proteger el sistema digestivo se vuelve esencial, fortaleciendo la microbiota intestinal con probióticos y manteniendo un equilibrio en temperatura, pH y nutrientes.
Recomendaciones
Para una dieta veraniega saludable, Garrido recomienda una ingesta abundante de verduras, frutas y especialmente hortalizas verdes ricas en fibra. Reducir la ingesta calórica y proteica facilita una digestión más eficiente durante los días más calurosos.
La experta, además, destacó la importancia de bacterias beneficiosas como Lactobacillus y Bacillus, junto con la fibra prebiótica, para mantener un tracto digestivo saludable. “La temperatura no solo se trata del clima exterior, también es el termómetro del bienestar digestivo. Estar consciente de su impacto puede marcar la diferencia en cómo tu cuerpo enfrenta los días más calurosos”, concluyó.
