;

¿Cuál es el origen del «lloratorio público» instalado en las afueras de la casa central de la Universidad de Chile?

La autora de esta expresión artística es Ángela Ramírez Sanz, quien consideró un estudio de la OMS en el que Chile es uno de los países más depresivos.

¿Cuál es el origen del «lloratorio público» instalado en las afueras de la casa central de la Universidad de Chile?

En la casa central de la Universidad de Chile, un espacio artístico llamado «El Lloratorio» emergió como un lugar seguro para que las personas expresen sus emociones. Esta obra, a cargo de Ángela Ramírez, académica de Pedagogía en Artes de la Universidad Católica Silva Henríquez, representa una réplica a escala 1:1 del pedestal del monumento a Andrés Bello.

Ángela enciende las luces de neón rojas del Lloratorio a las 19:00 horas todos los días y lo limpia para prepararlo para un nuevo día de uso. El propósito detrás de esta intervención artística es abrir un espacio público para que las personas puedan llorar y reflexionar en un entorno seguro antes de llegar a sus hogares, lugares de trabajo o destinos.

«Me ha impactado la rapidez con que la gente joven lee la intervención de arte. He escuchado a estudiantes comentar lo pertinente que les parece un artefacto de este tipo en la ciudad, en un momento histórico como este. Donde como país no hemos podido ponernos de acuerdo para escribir una constitución para todes. A otres el Lloratorio les ha parecido una necesidad, ya que llorar en el metro o en la calle es muy incómodo. La gente no sabe cómo reaccionar frente a alguien que llora«, comentó la autora al sitio de Universidad Católica Silva Henríquez.

«Hay personas que pasan y no lo ven. Y otras han llegado directo al Lloratorio entrando y cerrando las puertas. También hay gente que reclama por el uso de recursos públicos en cuestiones sin sentido… Una mujer comentó: ‘Yo nunca pude desahogarme, siempre tuve que tragarme el llanto’«, añadió.

Cómo surgió la obra

La inspiración para «El Lloratorio» proviene de un encuentro que tuvo la artista con una mujer llorando en la calle. Esta mujer le explicó que necesitaba llorar, pero no podía hacerlo en casa frente a sus hijos y su madre. Esta experiencia impulsó a Ángela Ramírez a crear un espacio público donde las personas pudieran expresar sus emociones de manera segura. «Ella no contaba con un lugar seguro y tranquilo para llorar. Me sentí una impertinente por interrumpirla, pero el espacio público nos expone frente a las y los otros«, afirmó.

El trabajo de Ángela Ramírez también se basa en investigaciones sobre los niveles de depresión en Chile. Según datos de la OMS, el país está situado como uno de los que presenta niveles más altos de depresión en América Latina, a pesar de su elevado ingreso per cápita.

«El Lloratorio» estuvo abierto al público hasta el sábado 18 de noviembre, de 08:30 a 21:30 horas. Y brindó a las personas la oportunidad de utilizar este espacio artístico como un medio para expresar sus emociones en medio del bullicio de la ciudad.

Contenido patrocinado

El siguiente artículo se está cargando

Escucha la radioen vivo

ADN Radio
En vivo

Tu contenido empezará después de la publicidad

Programación

Ciudades

Elige una ciudad

Compartir

URL copiada al portapapeles

Más acciones

Suscríbete

Tu contenido empezará después de la publicidad