;

Yann Yvin y su amor por Chile: «Me da rabia cuando veo a la gente que gasta la misma cantidad de plata para ir a un mall a Miami»

El chef también recordó los dos asaltos que ha vivido en el país.

Yann Yvin

Yann Yvin

El chef Yann Yvin se refirió a su amor por Chile, y criticó: «Me da rabia cuando veo a la gente que gasta la misma cantidad de plata para ir a un mall a Miami».

En conversación con Martín Cárcamo en un nuevo capítulo del programa De tú a tú de Canal 13, el jurado de MasterChef comenzó mostrando el lugar donde vive y su humilde cocina, indicando que quiere «deshacerse del materialismo que invade la vida».

«Chile es muy de tener cosas, de tener un auto así (grande), una casa así. Lo que ves aquí es lo que tengo, la casa no es mía. No tengo ninguna cosa material aquí y por eso me siento realmente liviano. Soy nómade, soy un chef del viaje. Quizás me voy a quedar en Chile para siempre, pero necesito saber que puedo viajar«, dijo.

El francés contó que su familia es de Vietnam, su padre nació en Hanoi y junto a su abuela vietnamita huyeron a Francia tras la guerra. «Fue una masacre, a mi abuelo y a mi abuela les mataron a sus niños. A la hermana de mi abuela la mataron a hachazos», reveló.

[dps_related_post ids=»4789602,4793489″]

Actualmente, su esposa y dos hijos viven en Canadá, lugar donde él pasó todo el confinamiento, pero que ahora en marzo regresó a Chile.

Yann Yvin aseguró que los chilenos no apreciamos lo que tenemos. «Chile está lleno de mini paraísos, de norte a sur… Soy un fanático de Chile en términos de lo que ofrece. Me da rabia cuando veo a la gente que gasta la misma cantidad de plata para ir a un mall a Miami. Me duele«, criticó.

Su gran vergüenza en la cocina

De igual forma, sobre su profesión, relató una de las vergüenzas más grande que pasó en la cocina, acá en Chile: fue cuando una vez cocinó para un grupo de japoneses en el Club de Polo. Según recordó, hizo un ceviche de locos y que en un plato había un parche curita. «Empecé a golpear la cabeza contra la pared de vergüenza».

En sus disculpas ofreció pagar la cena, que costaba más de un millón de pesos, pero que un japonés le aceptó las disculpas diciéndole: «‘Yo también he despachado autos con tres ruedas, la lección me sirvió para siempre'». Aunque, de todas formas, tuvo que hacerse cargo de la cuenta.

Los asaltos

El chef también se refirió a su experiencia siendo asaltado en Chile. Contó que en el primer asalto le hicieron una «encerrona», donde cuatro hombres se bajaron con máscaras de La casa de papel y cada uno con un arma. «Todos apuntándome, me quedé en blanco. La sensación era ‘que muerte más idiota’, porque no lograba encontrar el botón para abrir el auto«, confesó. Justo en ese momento empezaron a aparecer más autos, y los hombres se fueron.

«Me quedé calladito, porque no quería asustar a mi familia. Lo conté un año después«, precisó.

Luego, relató el violento segundo asalto que sufrió saliendo del dentista, en plena cuarentena: tres hombres le robaron el auto y lo golpearon con un extintor. Nunca encontraron el auto, ni tampoco a los delincuentes.

Yvin fue consultado sobre si siente «inseguro»: «Hoy día sí. El Chile que conocí cuando llegué no es el mismo Chile. Hoy día me da rabia, más que rabia me da pena por el Chile que conocí donde de verdad –es difícil creerlo- pero me siento más en libertad en Chile que en Canadá, por ejemplo».

«Para mí Chile es un abrazo (…) Ese Chile de abrazo hoy día no lo siento igual, lo siento manchado por el tema de la delincuencia. Creo que es muy fácil decir ‘pero son pobres y que la delincuencia viene de la pobreza’, pero no hay que mezclar las cosas. La pobreza es una cosa y la delincuencia es otra«.

Revisa el momento haciendo clic aquí.

Contenido patrocinado

El siguiente artículo se está cargando

ADN Radio
En vivo

Tu contenido empezará después de la publicidad

Programación

Ciudades

Elige una ciudad

Compartir

URL copiada al portapapeles

Más acciones

Suscríbete

Tu contenido empezará después de la publicidad