Rallen Montenegro y su rol protagónico en «Sayen»: «Ya no soy la misma actriz»

Este viernes 3 de marzo se estrena Sayen, la primera trilogía chilena de acción, protagonizada por una mujer weichafe (guerrera en mapudungún) y ambientada en el sur del país. La producción audiovisual está realizada por Amazon Studios de la mano de la productora nacional Fábula.

El filme está dirigido por Alexander Witt, director chileno-estadounidense conocido por su trabajo en “Resident Evil 2: Apocalipsis”.

ADN conversó con la actriz protagonista de la cinta, Rallen Montenegro (“Sayen”) y el actor Eduardo Paxeco (“Rubén”), quienes contaron detalles del rodaje que se ejecutó mayormente en la región de La Araucanía, cercano a la ciudad de Pucón. 

Nueve meses

“Fue un desafío. Es un proceso de nueve meses, grabamos una trilogía de acción en un nivel de producción de Prime Video (…) Es muy ambicioso para una actriz hacer un rol así. La acción requiere de un mundo, de un nivel de trabajo físico, de entendimiento del ritmo, que aprendí haciendo”, dijo la artista nacional. 

“Desde el punto de vista actoral ha sido una gran escuela. Yo no soy la misma Rallen que enfrentó la primera ‘Sayen’ y después de ‘Sayen’ no soy la misma actriz. Hay un aprendizaje muy importante que agradezco”, complementó la artista chilena.

La cuestión mapuche

En cuanto a la incorporación de la cosmovisión mapuche en la cinta, Rallen Montenegro expuso: “Como mujer perteneciente al pueblo y teniendo una raíz Mapuche, es lindo y emocionante trabajar la cuestión mapuche”. 

“Diría que en este caso la cuestión mapuche es más bien un asidero para que el rol tenga un motivo, un arraigo, una fuerza para enfrentar esta injusticia y ser esta heroína”, agregó. 

En la misma, Rallen resaltó la importancia que tuvo la comunidad con la que se rodearon y con la que la producción trabajó para desarrollar la cinta. Incluso, algunos de ellos participaron en la misma película. 

El desafío del invierno del sur

Respecto a las grabaciones en el sur de Chile, Eduardo Paxeco relató que siempre se trató de mantener un respeto con el bosque y la naturaleza. Pero aun con lo maravilloso de los paisajes, la grabación en pleno invierno no fue fácil.

Es más, Rallen complementó que en algún momento le cuestionó al director de Sayen por qué el rodaje debía ser en aquella época, interrogante que la llevó a entender que el paisaje era una personaje más.

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