;

Rosa Catrileo, constituyente mapuche: «Si la plurinacionalidad es el mero reconocimiento de que hay pueblos indígenas, no nos sirve mucho»

La abogada, electa en cupos de escaños reservados se refiere, en conversación con Álvaro Peralta Artigas, a la forma en la que su pueblo llega a la instancia que creará una nueva carta magna.

Rosa Catrileo, constituyente mapuche: «Si la plurinacionalidad es el mero reconocimiento de que hay pueblos indígenas, no nos sirve mucho»

La abogada y constituyente electa vía escaños reservados cree que la nueva Constitución es una herramienta que va a permitir llegar al objetivo final del pueblo mapuche, que es la autodeterminación.

Rosa, ¿es una gran responsabilidad como mujer mapuche su elección como Constituyente?

Ha sido un gran proceso. Un trabajo colectivo. Participativo y creativo. Desde las comunidades, trabajamos arduamente, junto a Benito Cumilaf, mi compañero en el proceso eleccionario. Nos espera la continuidad de ese trabajo en el proceso constituyente. Agradecidos por el apoyo recibido desde las comunidades.

La riqueza del mundo mapuche habla desde  la política del Estado, desde sus comunidades. ¿Son ellas el corazón de su cultura, de sus derechos? 

Sí lo son, hay muchas y diferenciadas. Están las del mundo rural. Las que el Estado mira como la de los mapuches pasivos, buenos, pacíficos y que han sido objeto por muchos años  de políticas asistencialistas, paternalistas. Se las ha mirado como objeto de derechos. 

¿Han sido erradas esas decisiones del Estado?

Para nosotros es fundamental llevar a discusión esa política. Una política que ha sido errada, paternalista, asistencialista. Restrictiva en autonomía y participación política efectiva. 

¿Ha criminalizado el Estado realidades existentes en el mundo mapuche?

Sí. Ha identificado a otras comunidades mapuches como la de los  mapuches malos. Como conflictivos. Ahí no ha estado ya esa mirada asistencialista y paternalista. Ha estado esa otra. La del Estado represivo. Con una política que ha criminalizado las demandas mapuches. Hacia quienes más conciencia tienen de esos derechos colectivos que nos corresponden como pueblo. Esa realidad, la  de esos territorios, tenemos que llevarla a la discusión también.

[dps_related_post ids=»4798027,4783853″]

¿Se desdibuja muchas veces la esencia de las demandas del pueblo mapuche?

Por grupos interesados. Tienden  a enfatizar  aspectos  formales, como por ejemplo, la riqueza su  artesanía, de su folklore. Soslayando aspectos que -para nosotros-  son de fondo. Los de esa represión, prisión, muerte a muchas personas mapuches por  sus  reivindicaciones y  demandas. Como las de las restituciones territoriales. Son temas que queremos hacernos cargos. 

Están también los mapuches urbanos.

Es que siempre se piensa en lo mapuche como lo rural. Pero nosotros estamos también  en las ciudades. En lo educacional, en no perder la cultura, en salud propia, en vivienda. Donde también tenemos necesidades.

En la Región Metropolitana  ¿Hay mucha presencia mapuche?

Sí, mucha presencia. Con un pensamiento que añora la tierra. Su derecho a la tierra. Es que la migración implica añoranza del territorio. Se añora volver.  Nos preguntamos ¿Por qué lo urbano no tiene derecho a tierra? ¿Por qué el desconocimiento del pueblo mapuche? Doble trabajo entre los constituyentes. En lo que es poner temas que son centrales. 

Se escucha mucho hablar acerca de lo intercultural.

Lo Intercultural no ha pasado de ser una mera declaración. Es cosa de mirar el currículum nacional educativo. Más allá de estar presentes en  algunos aspectos culturales de historia básica, estamos ausentes. Eso ha producido desconocimiento de nuestra historia. Eso debe ser modificado. 

¿Qué hay de  las elites? ¿Mayor desconocimiento del pueblo mapuche?

No es que no conozcan la historia de lo que pasó. La “Pacificación”, invasión, la anexión del territorio  mapuche por el Estado de Chile. Yo creo que  sí lo conocen. Pero, lo que es distinto, es que no les conviene asumirlo, porque hay muchos intereses económicos en el territorio mapuche. En sus vastos recursos naturales. Hay mucha inversión. Están las forestales. Ríos para las hidroeléctricas. Bosques. Parques nacionales. Pienso que más que desconocimiento, es una negación, para no hacerse cargo de esa realidad.

Los prejuicios hacia el pueblo mapuche

¿Muchos prejuicios?

Hemos pasado por todos los calificativos. Flojos, cochinos, borrachos, violentistas, terroristas. Y ahora, lo más, somos traficantes también. Entonces ¡claro son prejuicios! Pero prejuicios que a nosotros ya no nos afectan. Tenemos cuero duro como se dice. 

¿Y cuando hablan de derechos?

Hay un desconocimiento. Por ejemplo, cuando uno habla de autodeterminación. Hay un crispamiento  automático. Se interpreta como  ¡Estado dentro de otro Estado! Eso traduce desconocimiento. Ignorancia de conceptos que, en el campo internacional, tiene un vasto desarrollo de los derechos humanos relacionados con los pueblos indígenas. 

¿Qué significado tiene la autodeterminación, la autonomía indígena? 

Para mí, el concepto de autonomía indígena como ejercicio de la autodeterminación per se, implica que ella se  desarrolle dentro de los márgenes estatales, así se reconoce en el ámbito internacional. No hay una independencia, no hay la creación de otro Estado. Es la posibilidad de adquirirla dentro de los márgenes del Estado.

¿Debe cambiarse el foco de la valoración del pueblo mapuche?

Tengo matices. Se ha mirad  al pueblo mapuche o a lo mapuche como parte de su folklore. De una diversidad folklórica que tiene Chile, pero no como sujeto de derechos. 

¿El acento es entonces ser reconocido como sujetos de derecho?

Como decía Matías Catrileo, No somos los indígenas de Chile. Nosotros somos el pueblo mapuche que está dentro de los márgenes del Estado de Chile. Pero no somos su propiedad. No somos además el único pueblo indígena presente dentro de los márgenes estatales chilenos. Tenemos una diversidad de pueblos. Diez reconocidos por la ley indígena. El último fue el chango. Esa mirada folklórica que se ha dado de nosotros es la que no compartimos. Apostamos siempre a que se nos reconozca como sujetos de derecho dentro de los márgenes estatales. Manteniendo nuestra identidad, nuestra autonomía, en la decisión de nuestros asuntos.

¿Cómo ha sido el Estado con el pueblo mapuche?

Ha establecido -para eliminarnos- una serie de políticas homogeneizantes, asimilacionistas. Por ejemplo, no hay una ley que diga que se prohíbe el mapudungun. No existe en el ordenamiento jurídico. Sin embargo, en la práctica, ha avalado una pérdida. Y esa es la realidad que tenemos ahora que ha producido un efecto  dañino en nuestra cultura.

¿No basta la sola declaración de interculturalidad?

La sola declaración de Chile  intercultural, sólo traduce  para  nosotros una interculturalidad funcional. Siempre somos sólo un módulo, una unidad, un departamento dentro de una institucionalidad. Si voy a un hospital intercultural mapuche,  lo que veo es que hay letreros en mapudungun y un departamentito, una unidad pequeñita, donde solo funciona alguna temática de la salud mapuche. Sin  embargo se enarbola la declaración de interculturalidad, pero no veo que el funcionamiento del hospital sea distinto del hospital de al lado, que no es intercultural. 

¿Qué es la plurinacionalidad?

La plurinacionalidad ¿qué piensa de eso?

Cuando se habla de plurinacionalidad, se la menciona como un concepto súper progresista, como estar en lo máximo, en la cúspide, pero si uno comienza a escarbar, a preguntar qué es lo que se está entendiendo por plurinacionalidad, ahí empieza a notarse diferencias. Se ve que no hay profundidad en el debate.

¿Cuál sería el déficit?

Es que si se mira la plurinacionalidad como el mero reconocimiento de que hay pueblos indígenas que forman parte del Estado de Chile, a nosotros no nos sirve mucho, porque con o sin reconocimiento, existimos y vamos a seguir existiendo. 

¿Cuál sería entonces el significado real de plurinacionalidad? 

Plurinacionalidad es dar cuenta de la existencia de diversos pueblos dentro del Estado, los cuales tienen soberanía. El Estado debe garantizar que la sigan manteniendo, para así poder seguir existiendo como tales. Eso es lo que enriquece a un país.

El que la Constitución lo consagre, ¿Es  suficiente?

Lo que te decía antes. La plurinacionalidad vacía, como declaración, como reconocimiento constitucional, de la existencia de los pueblos ¡Sí, está bien! ¡Vamos a estar en la constitución nombrados! ¡Pero eso no nos permite nada! Incluso, si quedaran los derechos establecidos en la Constitución, en el ordenamiento jurídico. Es que nosotros ya tenemos reconocidos los derechos colectivos. Chile tiene ratificado el Convenio 169 Tratado Internacional de Derechos Humanos. 

Y los tratados, en el marco del debate constitucional, son inamovibles. 

En la Convención no se pueden tocar. Quedó establecido, por lo tanto que el Convenio es intocable, está vigente.  Tiene nuestros derechos. Y están las declaraciones de los derechos humanos de los pueblos indígenas de la OEA, de la ONU que Chile también lo  ha suscrito

Ustedes cuestionan que el Estado no ha implementado aún el Convenio 169

El Estado no ha tomado las medidas para materializar esos derechos. Por eso nosotros hablamos de Estatutos de Garantía en la Constitución. Para que queremos repetir lo que dice el convenio. Lo que importa es que el Estado tenga el deber de garantizar el ejercicio pleno de esos derechos ya reconocidos.

¿Concepto madre el del territorio?

Sí. El territorio constituye la base material para poder ejercer los otros derechos colectivos. Nosotros hacemos una separación entre el concepto tierras y el concepto  territorio.

¿Cuál es la diferencia?

Territorio lo vemos como un espacio geográfico donde nuestro pueblo se ha desarrollado cultural, espiritualmente -eso es muy importante-, y políticamente también. Si no hay un reconocimiento de ese territorio, vamos a seguir siendo objeto de derechos individuales, pero no los colectivos. Por eso es tan relevante. El  Estatuto de Garantías  debe   hacerse cargo de este concepto de territorio, en todo lo que ello implica.

¿También la restitución territorial?

Por supuesto debe estar presente  en el flujo del debate. Nosotros hemos perdido territorio, precisamente de parte del Estado. Entonces, un Estado tiene que hacerse cargo. Ahí viene la garantía que nosotros podamos efectivamente ejercer esos derechos. Ya no hay un rol subsidiario en materia indígena.

¿El Estatuto de Garantías constituye una pieza central de sus propuestas?

Pensamos, cuando hablamos de Estatuto de Garantías, que es un capítulo de la Constitución que se haga cargo de los derechos colectivos.

¿Y en el resto de andamiaje constitucional? 

Vamos a estar presente en todo el debate constitucional. La temática indígena es un tema transversal, por ello es que tenemos que estar presente en todos los ámbitos y debates que se den en la Convención. Ahí, en ese sentido, por ejemplo, al hablarse de Estado Intercultural, la interculturalidad, para nosotros,  significa simetría. Estar presentes en todas las instancias de la Convención, en su Reglamento,  Mesa Directiva, en sus diferentes Comisiones. Ahí tenemos que estar presente nosotros los pueblos indígenas.

¿Voz influyente en el tema educacional?

Para los pueblos indígenas la educación es una herramienta para poder mantener la cultura, el traspaso de la lengua, la espiritualidad. El sistema educativo es esencial para la supervivencia cultural, para la transmisión de nuestra cultura. Entonces ahí nosotros también tenemos una visión. Si vamos a hablar del reconocimiento territorial, de ir tomando garantías para el ejercicio de los derechos colectivos, bueno la educación es primordial. Nosotros, señalamos que desde nuestra cultura, identidad, cosmovisión, espiritualidad, tenemos que tener una educación que forme ciudadanos mapuches. ¿Por qué no?

[dps_related_post ids=»4638694,4017602″]

¿Y en el tema de las aguas?

Tenemos una visión ajena a cómo se ha tratado  a nivel nacional. De la mercantilización de las aguas. Se inscriben los derechos de agua. Se ve como un bien de consumo. Generador de riqueza. En la visión mapuche ¡NO! El  agua es vida. Es un elemento con vida. En nuestra espiritualidad también. Para nosotros no es sólo consumo humano. Es vital para toda la biodiversidad. Plantas, árboles, animales, insectos. Todo tiene relación con el agua. No se concibe por tanto que el agua se inscriba «a nombre de». De hecho, a muchas de las comunidades, se les ha obligado a inscribir los pozos. ¿Por qué tengo que inscribir el pozo si el pozo es parte de la tierra? 

¿Tienen propuestas?

Nosotros decimos que hay principios mapuches que pueden cambiar el tema, cambiar el sistema. Nuestra cosmovisión permite un cambio de sistema. Hay una mirada distinta. Sobre todo en el tema del agua, en la apropiación de los recursos. Ya hablar de recursos significa que estás hablando de un bien generador de riqueza y no todo es generador de riqueza. De ahí que decimos: los principios mapuches deben permear la Constitución. 

¿Algún ejemplo?

La protección del Trofil Mogen. Es la biodiversidad existente en el mundo. Entendido desde la mirada mapuche, lo que se ve y lo que no se ve. Mogen es la vida. Llamugun Mogen es el respeto a todas las formas de vida. No sólo de las personas.  Respeto a todas las formas de vida. A lo que se ve y a lo que no se ve. No todo es apropiable o utilizable para generar riqueza porque hay vida y se debe respetar incluso eso que no se ve. 

¿Espíritus protectores? 

Como el caso de la  Machi Francisca Linconao. Fue la primera que hizo uso del Convenio 169 para proteger un lugar que  utilizaba para su ceremonia y extracción de remedios lawen con los que realiza su trabajo de machi. Cabe preguntarse  ¿Por qué hace eso? ¿Por qué fue acogida su demanda?  Es que ahí hay una visión propia de ese espacio. Uno podría decir: aquí hay agua, hay un espacio ecológico muy bonito que podría ser muy bonito conservar. Pero no. La visión mapuche es mucho más profunda. En esos espacios hay vida hay espíritus protectores que uno no puede intervenir porque se rompe un equilibrio  que puede traer muy malas consecuencias. Entonces esas visiones, obviamente, cambian un modelo. 

¿Hay una identidad en el territorio que corrobora esa mirada?

El territorio mapuche, que uno mira desde los ojos propios, la cultura propia, por ejemplo, no tiene las divisiones comunales que muchas veces dividen los territorios. Y existe una conciencia en las comunidades de esta visión territorial propia. Por ejemplo Imperial no es Imperial, es Traitraiko, porque está esa conciencia colectiva. Los cercanos a la costa son mapuches, pero mapuches lafkenches; los de la cordillera son  mapuches pehuenches. Tenemos la misma cultura, pero la relación con el entorno, donde nos ubicamos, nos da cierta identidad propia. Los que estamos aquí en el centro, en el corazón del Wallmapu, somos los Wenteche. Y los Huilliches son los del sur, en  Osorno, Valdivia, Chiloé, Aysén.

Convención Constitucional

¿Cuál piensa es su misión en la Convención?

Como representante de escaño reservado, la  principal tarea es visibilizar estas discusiones con argumentos en el debate constitucional,  respaldado por fuentes como son  los tratados internacionales, las declaraciones de la OEA y de las ONU, en la jurisprudencia sobre los pueblos indígenas, en la jurisprudencia de la Corte Interamericana, que le ha dicho a los Estados cómo deben materializar los derechos indígenas. El Tribunal constitucional colombiano tiene rica jurisprudencia en cómo el Estado debe cumplir y respetar los derechos colectivos  indígenas.

¿Cuáles son los principales derechos que llevará a la Constitucional?

Lo primero, el carácter de sujeto de derechos  colectivos del pueblo mapuche. Es el eje principal ¿Qué derechos? Vamos a hablar de territorio porque es la base material para el ejercicio de los derechos que estamos pidiendo. También restitución territorial, porque nos tenemos que hacer cargo de la realidad del Wallmapu en más de 100 comunidades en proceso de recuperación; tenemos que llevarlo a la Constitución; la presencia de esos políticos mapuches también.

[dps_related_post ids=»4644075,4638694″]

¿Es relevante el Derecho a la Autonomía?

Dentro de los derechos asociados a este,  de sujeto de derechos colectivos, el principal es el de la autodeterminación con miras a la autonomía. Nosotros no decimos que se aprueba la Constitución y, al otro día vamos a tener Wallmapu autónomo. Son procesos largos que se van a tener que darse, pero pensamos que la Constitución es una herramienta que nos va a permitir llegar a ese objetivo final. Y, por supuesto, estamos hablando y mirando la autonomía, pero también hay que hacerse cargo de la participación política mapuche dentro de la institucionalidad estatal. Participación en municipio. Es inconcebible que tengamos 50 mil votantes en Temuco, corazón del Wallmapu, y ningún miembro de nuestro pueblo en el Concejo Municipal. Lo mismo en lo regional, donde se deciden destino de recursos, y en el Parlamento donde se dictan las leyes. Tenemos que tener presencia  allí, porque allí es donde se toman las decisiones. En la institucionalidad que quede en la Constitución nosotros tenemos que estar presentes. Participando con representantes propios. 

¿Un debate de cara a la ciudadanía?

Somos un pueblo oprimido, excluido, por mucho tiempo invisibilizado. Estos debates los tenemos desde hace mucho tiempo. De hecho, nosotros decimos que no tuvimos un despertar con el estallido social, ya que nunca hemos estado dormidos, siempre hemos estado cuestionando el ejercicio del poder. 

¿Cómo han vivido la pandemia? ¿Las restricciones?

Hay una cuestión cultural que los mapuches no podemos evadir. Con pandemia, nosotros igual tuvimos que salir a las comunidades, no hicimos grandes encuentros, como lo hubiéramos hecho si no hubiéramos estado en pandemia, pero sí tuvimos contacto con las dirigencias de las comunidades, que bajaron la información a sus bases. De ahí la votación que nosotros tenemos. Hicimos el trabajo con los dirigentes, con los lonkos. Esa misma dinámica nosotros pretendemos mantenerla en el proceso del debate constitucional, porque no vamos a ir al estilo de elección papal, de los cardenales a encerrarse  y que salga el humo blanco. Eso no va con nuestra cultura y nosotros tampoco nos presentamos de esa manera. Nos presentamos con el compromiso que las comunidades estuvieran ahí, y eso lo vamos a llevar cuando se discuta el reglamento; y sobre la participación ciudadana, en el caso de las comunidades mapuches, tenemos que estar ahí; es un criterio que seguramente vamos a tener que conversar los constituyentes de escaños reservados. Pero no dejar a las comunidades afuera. Y tienen que estar ahí, al lado de nosotros, no siquiera atrás. Al lado de nosotros. 


El Sur también existe, por Álvaro Peralta Artigas: Abogado y escritor. Magister en Derecho Universidad de Chile. Autor, entre otros libros: «Duro de Matar. Diálogos con Camilo Escalona»; «Entre Fuego Cruzado. Diálogos con Andrés Allamand»; «Hombre de Estado. Diálogos con J. Miguel Insulza» y «El Sueño Existe. Diálogos con Guillermo Teillier».

[dps_related_post ids=»4798407,4792813″]

Contenido patrocinado

El siguiente artículo se está cargando

Escucha la radioen vivo

ADN Radio
En vivo

Tu contenido empezará después de la publicidad

Programación

Ciudades

Elige una ciudad

Compartir

URL copiada al portapapeles

Más acciones

Suscríbete

Tu contenido empezará después de la publicidad