Senadora Vodanovic a cuatro años del estallido social: «El sistema político está totalmente en deuda con poder darle respuesta a esa ciudadanía»

Hay una lista de temas a la que la senadora y timonel del Partido Socialista, Paulina Vodanovic, recurre al hablar del estallido social que azotó a Chile el viernes 18 de octubre de 2019, y el sábado 19 de octubre al resto del país: una «desidia«, dijo, de un subsecretario que aseguró, con inusitada confianza, que a la gente le gustaba salir a las 05:00 horas al Centro de Salud Familiar (Cesfam) a hacer vida social; u otro secretario de Estado que, frente a una nula variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC), recomendó «comprar flores»; o las pensiones de los adultos mayores, que dijo Vodanovic que siguen en $60 mil.

Aunque cuatro años después, la reflexión de la senador fue otra. Dijo la mañana de este miércoles en ADN Hoy:

«La fecha nos recuerda el lugar en que ocurrieron todas las manifestaciones y peticiones de la ciudadanía que hasta hoy están insatisfechas. Uno puede estar muy en desacuerdo del aspecto violento que hubo, pero también hubo una gran manifestación de un millón de personas después, pero las peticiones continúan insatisfechas. El sistema político está totalmente en deuda con poder darle respuesta a esa ciudadanía que necesita mejores pensiones, que pedía -abuelos y nietos desfilando- mejores pensiones, mejor educación, y la verdad vemos cómo después de cuatro años seguimos envueltos en muchas explicaciones y pocas soluciones».

El espectro político institucionalizó y materializó las exigencias de las marchas en un proceso constitucional: primero, con la Convención, y ahora, con el Consejo. Esa cristalización, si se quiere, es algo que «hay que valorar», acotó Vodanovic. Más todavía si no se sale de esa «desidia», como dijo ella, del Gobierno de turno, pues hay algo más:

«Tenemos un problema: esa distancia que tiene la ciudadanía respecto de la política, y la política respecto de la ciudadanía, que es lo que finalmente nos reclama la gente. Eso no es validar la violencia en ninguna de sus formas».

Condenar la violencia, cristalizar las demandas de una masa orgánica que salió a la calle sin banderas, empatizar con quienes vivían o viven en la llamada «Zona Cero», en los alrededores de Plaza Italia, Plaza Baquedano o Plaza de la Dignidad; fueron parte de las características de lo ocurrido.

Y lo de hoy, el segundo proceso constitucional, advirtió la senadora, «tampoco ha logrado concitar la unidad del país que era finalmente el objetivo de tener procesos constitucionales».

Todas las noticias que tienes que saber aquí en “Una pausa necesaria”:

«Más allá de cómo se vote y el resultado, el proceso en sí, y también el anterior, han fallado porque la Constitución debe ser expresión de mayorías transversales y que finalmente la Carta Magna termine incorporando a las personas y que ellas la sientan propia (…) No es un tema, como ha dicho Republicanos, de dar vuelta el partido, de convencer a la gente; el hecho de que haya que convencer a la gente, incluso tener que hacer campaña, es un problema. Esto debió haber tenido tal nivel de acuerdo al interior del órgano constituyente que, recordemos, tiene dos organismos (…la Comisión Experta, que sí logró acuerdos; y el órgano electo, donde hay mayoría Republicano…)Pero finalmente si se hubiera producido el amplio acuerdo en ambas instancias y no la pelea técnica de quién pone mejor un inciso, un acuerdo, si en el primero o segundo lugar del inciso… Finalmente, eso es también una distancia con la ciudadanía», desarrolló luego.

En esta fecha, su ánimo es el de «esperar el curso de esto», que es también una señal de respeto a expertos y consejeros. Y que pese a que los bordes constitucionales, el anteproyecto, buscó de alguna forma precaver los vicios del fracaso anterior, «hay una parte (de consejeros constitucionales del Partido Republicano) que se impone sobre el resto»:

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«Esa no es una Constitución, no es el ánimo con el que se escribe, ni el espíritu que debiera tener un proceso constitucional que es abarcar lo más amplio de la población. Ahí hay una visión de republicanos que representa su posición, sus valores y dejan al resto fuera».

Aunque, de fracasar, adelantó la timonel socialista, no «inhabilita» discutir y solucionar los demás problemas. De ello dio cuenta, de nuevo en una lista, de la agenda legislativa de seguridad, las conversaciones sobre la reforma tributaria (llamado nuevo pacto tributario por el Gobierno) y finalmente, del debate previsional.