José Miguel Insulza: «Pensar que solo el cambio de Gobierno iba a cambiar las cosas en La Araucanía era una ingenuidad»

Para este lunes está programada la presentación de la propuesta del estado de excepción constitucional intermedio en el Congreso. Es la salida que el Ejecutivo ha encontrado para enfrentar la violencia en la macrozona sur (en las zonas rurales de las regiones del Biobío y La Araucanía). El debate ha generado tensión en el oficialismo: los cuestionamiento del Partido Comunista, el apoyo irrestricto del Partido Socialista y la tensión entre ambos dentro de la coalición. De esto conversó en ADN Hoy el senador PS y miembro de la comisión de seguridad pública de la Cámara Alta, José Miguel Insulza.

En una imagen general de la seguridad en el país, el también extitular del Interior aclaró: «Pensar que solo el cambio de Gobierno iba a cambiar las cosas en La Araucanía probablemente fue una ingenuidad». Y son múltiples factores los que influyen en este escenario, a juicio del congresista.

«Hay una acción subversiva que abarca fundamentalmente los campos, la parte rural, pero podría extenderse a la parte urbana. De hecho, ya han habido, tanto en Concepción como en Tirúa y otros poblados, actos subversivos. Llámelo guerrilla, pero es subversivo. Combatirlos nunca ha funcionado solo con la fuerza; se requiere diálogo político», agregó.

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Con todo, el ánimo en el PS es de unidad. «La mayor parte de nosotros queremos los estados intermedios, pero iremos a los de excepción de ser necesarios», precisó Insulza.

En línea con lo anterior, la postura ya fue esclarecida al Ejecutivo: «Fuimos a La Moneda con la bancada socialista a expresar nuestra postura: si le parece salvable el proyecto, que cuente con nosotros; si no, que cuente con nosotros para el estado de excepción constitucional, porque entendemos que el país vive en una situación muy grave. Les dijimos: ‘estamos con ustedes, los apoyaremos hasta el final'».

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Dos temas tomas especial relevancia en este prólogo de seguridad: primero, las nuevas definiciones de infraestructura crítica (y finalmente qué defenderían las fuerzas armadas con las nuevas ideas del estado de excepción constitucional); y segundo, el rol de las policías (y cómo se hacen síntomas de la crisis de seguridad).

Sobre lo primero, Insulza señaló:  «Habiendo mucha resistencia de todos al estado de excepción, se dio esta fórmula de no crear un estado de excepción y dar a este proyecto sobre infraestructura crítica poner vigilancia militar policial mixta, en las carreteras sobre todo y en casos de necesidad o emergencia el que puedan ser vigiladas por las fuerzas armadas. Es distinto, porque no suspende los derechos de reunión ni movilidad; se restringe el trabajo de las fuerzas militares a las carreteras; y al mismo tiempo, tienen un mundo civil».

Y finalmente, sobre los roles de las policías, precisó: «Hay deficiencias con Carabineros porque las realidades de seguridad pública están superando las fuerzas de orden y hay que reformarlas. Está la militarización: a Carabineros les cuesta mucho tiempo y recursos en ser militares. No es que estén sin uniformes, sino que se dediquen los efectivos a la fuerza pública. Probablemente habrá que ver de qué forma se requieren más».

Se hacen así, finalmente, los desafíos para el futuro.

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