ISP advierte que hay «bandas delictuales» tras la venta informal de medicamentos y agrega: «Necesitamos tipificarlo como delito y que paguen incluso con cárcel»

Las cifras entregadas por el Instituto de Salud Pública (ISP) fueron espeluznantes: la venta de medicamentos en el comercio ambulante en el último tiempo subió 1.000%, mientras que el robo de camiones farmacéuticos subió 400%. Heriberto García, director subrogante del organismo, abordó el tema la mañana de este martes en ADN Hoy.

«La gente ya no sabe qué puede consumir en la feria por los medicamentos falsificados. Los robos nos preocupan mucho también. Y lo más preocupante son cinco farmacias, que han sido clausuradas, que les vendían medicamentos a personas naturales que llegaban a la feria porque las compraban en cajas. Fueron investigaciones que cerró la PDI con la fiscalía. Cerramos farmacias enteras», comenzó detallando el Químico Farmacéutico.

En ese contexto fue que el lunes, junto al senador Juan Luis Castro (PS), anunciaron la presentación de un proyecto de ley que tipifica como delito la venta de medicamentos, y no como falta sanitaria menor: «Hoy necesitamos clausurar esta farmacia con todo el rigor de la ley, generar un delito y que paguen incluso con cárcel: proponemos cinco años de cárcel, porque están bajo la pantalla de una farmacia y generan un comercio ilegal».

Los medicamentos más decomisados han sido la ciclobenzaprina, el quetoprofeno, el paracetamol y la fentermina, pero esta última «está más oculta, la venden de forma escondida, más por el dato». A ello se suma otro espacio ilegal: la venta de recetas por parte de médicos, lo que para el ISP «es súper delicado y nosotros pedimos una sanción especial para quienes venden recetas«.

Hay un caso que, para García, es emblemático:  «En La Pintana, la Farmacia Gabriela: le vendía a una supuesta farmacia en La Granja, que tenía los medicamentos a la intemperie, le vendía medicamentos a una persona en Copiapó, que vendía finalmente en la feria de Caldera».

En suma, el aumento de medicamentos en mercado informal y el robo de vehículos farmacéuticos hace que el director del ISP concluya que «hay bandas delictuales detrás de esto y para detenerlo y evitar lo que pasa en otros países, en los que la falsificación de medicamentos es tan seria, que requieren otras medidas»: «Es tanta la cantidad de negocio minorista, es necesario ir a quien está proveyendo. Cuando aumenta el robo de camiones, hay una banda detrás de esto. Cuando hay una farmacia que abastece a personas naturales, hay que ver quién los provee».

Así las cosas, el robo de medicamentos, en los casos de, por ejemplo, «la quetiapina o la ciclobenzapina, pueden ser usados para potenciar drogas y generar mayores efectos. Esto escapa de la fiscalización que hacemos y no vamos a dar abasto, porque hay bandas detrás de esto y considerarlas un delito».

El llamado, entonces, es a evitar la compra en el mercado informal, menos aún si son medicamentos que están a la intemperie.