Experto en salud mental y situación en Chile: «Tendemos a pensar que es más bien un costo que una inversión»

La salud mental como consecuencia del encierro y cuarentena por coronavirus Covid-19 sumado a la crisis económica, podría ser un problema que no se está tratando en Chile. Respecto de esto, el psiquiatra Alberto Larraín, conversó con ADN Hoy sobre esta situación.

Sobre las principales impresiones que ocasionaría esta crisis en el país, el profesional comentó que son cuatro las preocupaciones para la Organización Mundial de la Salud. «El tema de la pandemia va a tener cuatro oleadas en términos de salud. La primera oleada es la del virus mismo, la segunda tiene que ver con toda la gente que por el virus no se está atendiendo de otras enfermedades. La tercera tiene que ver con aquellas personas que están interrumpiendo sus tratamientos y que no acceden a fármacos, y la cuarta oleada, sería la más grande y permanente, sería la salud mental. Estamos en una situación de mucha incertidumbre, de mucho estrés».

En relación a esta última, Larraín mencionó que se estima una repercusión y alza de un 20% a un 30% de patologías en salud mental. «Hoy día la preocupación más grande está en la baja cobertura que tenemos en salud mental. Probablemente la gente que nos escucha, muchos de ellos están con síntomas y les ha pasado que han tratado de buscar ayuda, y cuesta acceder», aseguró el terapeuta.

Por la misma razón, al ser consultado por modelos que se podrían implementar en Chile para mejorar la salud mental en los chilenos, el experto destacó que estamos atrasados en este ámbito. «Hoy día lo que uno ve, es que los modelos que están funcionando a nivel mundial lo que hacen, más que generar recursos nuevos, es articular todo el sistema para poder poner el componente de salud mental, en el centro de lo que está pasando», destacó.

«Efectivamente el tema de salud mental está invisilizado y al momento de tener que hacer reajustes económicos, tendemos a pensar que es más bien un costo que una inversión. Hoy día, por ejemplo, en temas de alcohol y drogas tenemos un claro incremento en los consumos. Las personas que estaban en procesos de abstinencia o tratamientos se les está haciendo muy difícil», aseveró el psiquiatra.

Violencia intrafamiliar

Por otra parte, la violencia intrafamiliar tiende a incrementar este problema de salud mental, en tanto, Larraín dijo que «el Estado lo que tiene que hacer, es ir en busqueda activa de las mujeres que han tenido antecedentes de violencia intrafamiliar, generar las redes para que se puedan producir las denuncias. El mecanismo de perpetuación de la violencia familiar es violencia contra la mujer en el 90% de los casos».

Una situación de cuarentena incrementaría esta situación, debido a que los agresores impiden que las persona agredidas puedan pedir ayuda. «La mayor parte de las mujeres que sufren violencia intrafamiliar, son asalariadas, entonces para poder romper el círculo de la violencia, implica también darles una cierta seguridad, una manutención de al menos seis meses para que se puedan volver a rearticular», destacó debido a los casos de violencia.

Consultas remotas

En el último tiempo, las consultas se han realizado a través de mecanismos online, Larraín aseguró que el uso de medicina a distancia funciona para la salud mental. Así también explicó la situación que viven algunas personas: «Un psicólogo contaba que un paciente debía tener las terapias escondido dentro de un closet, porque no tenía otro espacio de intimidad para poder contar lo que le estaba pasando».

Por último, reiteró que cuando la gente asiste a las consultas quedan mal debido a las condiciones en el hogar: «Sabemos por evidencia, en este periodo van a aumentar los cuadros más severos de salud mental. Si nosotros tenemos además cerrados los ingresos a los servicios de urgencia, a las camas de cortestelería u otros dispositivos, se hace muy difícil abordar el tema».