La postura de Joe Biden tras filtración de documento con el que el Tribunal Supremo de Estados Unidos busca derogar el derecho a aborto
El mandatario norteamericano se refirió a la polémica que provocó un remezón en la política estadounidense.
El pasado lunes se filtró un borrador con el cual el Tribunal Supremo de Estados Unidos busca derogar el derecho a aborto en dicho país.
Esta situación generó múltiples críticas y provocó un remezón en la política norteamericana, motivo por el cual el presidente de EE.UU. Joe Biden tomó postura ante esta situación.
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«Creo que el derecho de una mujer a elegir es fundamental, Roe ha tenido el peso de la ley durante casi cincuenta años, y la equidad básica y la estabilidad de nuestro ordenamiento exigen que no sea anulada«, señaló la máxima autoridad de Estados Unidos a través de un comunicado.
«Si el tribunal anula Roe, recaerá sobre los políticos electos de nuestra nación en todos los niveles de Gobierno proteger el derecho de la mujer a elegir. Y recaerá en los votantes optar por quienes estén a favor del derecho a decidir este noviembre», agregó el mandatario.
Esto último hace referencia a proyectos que han presentado autoridades, en su mayoría Republicanos, respecto a prohibir el aborto. Si el Tribunal Supremo da luz verde a su idea de derogar el derecho a la interrupción del embarazo, estas iniciativas tomarían forma casi de manera inmediata.
Caso Roe
El caso Roe, también conocido como el caso Roe vs Wade, es un caso donde Norma McCorvey, una camarera de Dallas, demandó al fiscal Henry Wade reclamando su derecho a abortar en el año 1970.
Esta denuncia llegó al Tribunal Supremo de Estados Unidos en 1973, donde por amplia mayoría (7-2) falló a favor de McCorvey, quien durante la audiencia usó el seudónimo Jane Roe.
Durante el proceso, la mujer tuvo a su bebé en junio de 1970, que finalmente fue dado en adopción. A pesar de que más adelante McCorvey cambiara su pensamiento y se hiciera antiabortista, Jane Roe se convirtió en un símbolo de lucha por los derechos reproductivos de las mujeres en Estados Unidos.
La decisión del Tribunal Supremo en 1973 garantizó constitucionalmente el derecho a interrumpir un embarazo hasta la semana número 23, en la que se fija la viabilidad del feto, según consignó El País.
