Kim Jong-un calificó el K-Pop como un «cáncer vicioso»: ordenó erradicar «invasión cultural»

Polémica han causado los recientes dichos del dictador norcoreano Kim Jong-un sobre la influencia de la cultura de Corea del Sur en su país.

El mandatario de Corea del Norte calificó la cultura de los surcoreanos como un «cáncer vicioso» que corrompe «la vestimenta, los peinados, los discursos y los comportamientos» de la población más joven de su país.

Según detalló el diario The New York Times, la música (k-pop), teleseries (doramas) y películas originarias de Corea del Sur han influenciado fuertemente a los jóvenes del país del dictador, lo que lo llevó a ordenar a su gobierno «erradicar la invasión cultural».

«Los jóvenes norcoreanos piensan que no deben nada a Kim Jong-un«, dijo Jung Gwang-il, un desertor del Norte que dirige una red que contrabandea K-pop a Corea del Norte.

«Debe reafirmar su control ideológico sobre los jóvenes si no quiere perder los cimientos del futuro del gobierno dinástico de su familia», opinó Jung Gwang-il, contrabandista que lleva el K-Pop a Cora de Norte.

Jung detalló que los productos surcoreanos llegan Corea del Norte a través de memorias USB desde China, a pesar que quienes consumen este tipo de entretenimiento arriesgan entre cinco y 15 años de trabajo forzado, según una ley promulgada a fines de 2020.

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Esta ley además establece que quienes «hablen, escriban o canten al estilo surcoreano» pueden ser penados con dos años de este tipo de trabajo. Quienes luzcan estilos asociados a la cultura de Corea del Sur también son sancionados: cabellos largos en hombres, pantalones ajustados, faldas cortas o pelo tinturado.

Los contrabandistas de este tipo de contenido arriesgan incluso la pena de muerte en caso de ser descubiertos por el Gobierno.

Estas extremas medidas se desarrollan luego que los medios locales calificaran como una «amenaza» la llegada de la cultura del k-pop al país, advirtiendo que Corea de Norte «se derrumbaría» si aumenta su influencia.

En esta línea, el editor del periódico japonés Asia Press International señaló: «Para Kim Jong-un, la invasión cultural de Corea del Sur ha ido más allá de un nivel tolerable. Si esto no se controla, teme que su gente pueda comenzar a considerar al Sur como una alternativa a Corea para reemplazar al Norte».