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Leopoldo Luque, médico de Maradona al momento de su muerte: «Diego odiaba a todo el mundo en cuanto a la salud»

"Estoy orgulloso por todo lo que hice por Diego, por su familia", expresó en una extensa conversación el mismo día en el que se conoció un allanamiento a su clínica y la investigación por parte de la justicia argentina.

Leopoldo Luque

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«Yo fui el que lo llevó a la clínica. Me metí a su cuarto y casi nos agarramos a las piñas para llevarlo. Yo le decía que se quedara, pero soy médico, no policía o juez. Él se tenía que convencer de mejorar, pero cómo convences a una persona así», ilustraba Leopoldo Luque, médico de Diego Maradona al momento de su muerte, en una conversación con los medios de comunicación en la misma jornada en la que se conoció que su clínica fue allanada por la policía y que la justicia argentina lo investiga por posible homicidio culposo.

Explicando que «el riesgo de Diego era el consumo, no un ataque cardíaco», el hombre que atendía al astro manifestó su tristeza tras su muerte y reveló que fue parte de la ceremonia privada junto a sus más cercanos. «Estoy muy mal porque se murió mi amigo. Estuve en el entierro, en el velorio, porque él lo quería así. Vi mucha gente que no había visto nunca… Y que después se diga que no estuve con él… no lo puedo creer», sostuvo.

Y contó que «Diego odiaba a los médicos. Odiaba a los psicólogos, odiaba a todo el mundo en cuanto a la salud. Diego necesitaba ayuda, no había forma de entrarle. Tenía autonomía, él decidía sobre su salud. Diego no es insano. Es una persona que todo el tiempo podía decidir». Por eso mismo, se preguntaba por eventuales responsabilidades: «Todos hicimos lo mejor que se pudo. Todos», afirmó, agradeciendo al equipo que asistió la emergencia. «El entorno tenía que hacer malabares con un tipo que a veces… Me pregunto, ¿no sabían quién era Maradona o yo solo sé lo que era Maradona?».

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Por otro lado, reflexiono que el «Diez», «quería una vida que era mala. Lo veía triste. Diego es una persona muy solitaria. Yo no lo quería molestar, quería que disfrute de su familia. Pensé que eso le iba a hacer bien, pero parece que extrañaba más a los padres, no sé qué le pasaba».

En cuanto a eventuales cuestionamientos internos, Luque fue claro en afirmar que «Reprochar. No me reprocho nada. Estoy orgulloso por todo lo que hice por Diego, por su familia. Están buscando un culpable cuando yo no veo en ningún lado. Si le quieren echar la culpa a una pobre enfermera, que lo hagan. Dicen que una cabeza tiene que rodar, no sé por qué, con Diego se hizo lo mejor que se pudo», defendió.

«De algo soy responsable de Diego, ¿sabés de qué?, de amarlo, de cuidarlo, de extenderle la vida y mejorársela hasta lo último. Hice lo imposible para eso. Conseguía todo lo que nadie podía, como acceder a psicólogo y psiquiatra. Con Diego hablé mucho, me acuerdo una vez que decían que estaba dopado. Le dije ‘che, Diego la gente dice que estás dopado, me tenés que ayudar’. Y me dijo: ‘Y vos le das bola, si boludos son los que sobran'».

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