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Milton Millas recordó el aniversario de Colo Colo en la Libertadores y llamó a respetar la cuarentena: «Hay que ser pelotudo para no tomar las providencias»

El relator deportivo de radio y televisión conversó con Ciudadano ADN a propósito del aniversario 29 de la hazaña de Colo Colo en la Copa Libertadores, además de entregar reflexiones sobre la pandemia y de su éxito al conseguir los derechos de los partidos de Zamorano en el Real Madrid.

Milton Millas recordó el aniversario de Colo Colo en la Libertadores y llamó a respetar la cuarentena: «Hay que ser pelotudo para no tomar las providencias»

Ciudadano ADN - Milton Millas recordó el aniversario de Colo Colo en la Libertadores y llamó a respetar la cuarentena: "Hay que ser pelotudo para no tomar las providencias"

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El recordado periodista deportivo y comentarista de radio y televisión Milton Millas conversó con Ciudadano ADN, en el día en que se celebran los 29 años de la hazaña de Colo Colo en la Copa Libertadores de 1991, evento que relató y del que contó varios entretelones, junto con otro hito televisivo de los años 90: la transmisión, por Megavisión en ese entonces, de los partidos de Iván Zamorano en el Real Madrid.

«Me pillan trasnochado porque me quedé viendo El Presidente hasta las dos de la mañana», confesó el periodista, entregando su análisis crítico de la serie de Amazon sobre la vida de Sergio Jadue. «(Andrés) Parra no puede hacer el papel de malo, porque al canalla de Pablo Escobar terminamos queriéndolo. Pero la transformación que hizo para el personaje de Jadue es extraordinaria. El resto, una caricatura. Sirve como entretención pero esperaba más de la serie».

Milton Millas no solo fue una de las voces encargadas del relato de la Copa Libertadores 1991 ganada por Colo Colo, sino uno de los artífices de su transmisión por el naciente Megavisión. Así lo recuerda: «Yo me presenté al gerente del canal, Baltasar Sánchez, y me preguntó costos. Después, don Ricardo Claro (fallecido fundador del canal), me citó, me preguntó si esto ibavender y qué futuro tenía Colo Colo. La verdad, yo no pensé que iba a ser campeón. Pero cuando fue a jugar a Paraguay con Olimpia, ahí yo dije: Colo Colo es campeón».

Sin embargo, hasta el día de hoy lamenta que la primera red privada de Chile haya perdido los derechos del partido más importante: la final, que terminó siendo exhibida por TVN y Canal 13. «No me gustó lo que pasó. Me llaman me dicen: no vamos a transmitir la final. Yo casi me muero, y todos en el Área Deportiva también. Montero Schmidt llamó a Claro y le dijo: esto lo tiene que transmitir un canal que tenga red territorial, y Megavisión era un canal chico. Fue una frustración tremenda», recordó Millas, agregando que «yo planteé por qué no nos dejaban transmitir también, y ahí hubo mucho egoísmo de los otros canales. Veníamos con una sintonía y adhesión popular tremenda. Esto fue una cuestión política».

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Pero Millas tuvo su revancha pocos años después, al conseguir para Megavisión los derechos de los partidos de Iván Zamorano en el Real Madrid. «Esa fue una apuesta grande», recordó. «Se la debo al Pato Oñate, que me llevó a una entrevista a Zamorano cuando dejaba Cobresal para irse a Suiza. Le dije a Alfonso Swett: ‘hay un chiquitito en Cobresal que es una maravilla’. Zamorano se encariñó conmigo, y un día me dice ‘don Milton, me compró el Real Madrid’. Ahí empecé a averiguar cómo era la cosa de las transmisiones. Fui a hablar con el gerente del canal de nuevo y me dijo ‘bueno, cómpralo’. Partí a España. Pero llegué y me dicen que los derechos los tiene la OTI, así que me tuve que ir a Venezuela. Y compramos en 5.000 dólares mensuales las transmisiones del fútbol por 3 años».

Sin embargo, no contó con todo el respaldo de los ejecutivos del canal. «Lo más frustrante fue cuando el productor del área deportiva, en directorio con don Ricardo y Baltasar, dice ‘no, si estos gallos afuera se chupan’. Me echó pelos a la sopa. Pero yo sabía que podía andar. No había más programación deportiva, no se transmitía el futbol. Estábamos recién negociando con Abel Alonso para transmitirlo. Tuvimos suerte y salieron las dos cosas».

En una época en que las mediciones de rating se hacían «por cuadernillo, telefónicas y por casa», Millas asegura que «la mejor encuesta siempre la veo en la calle. Para los partidos importantes, la gente se quedaba en la casa viéndolo». Incluso, uno de los encuentros «tuvo la misma sintonía del debate de Buchi y Aylwin. Son récords históricos de la televisión chilena. Fue una época maravillosa».

La vida en cuarentena

Como parte de la población en riesgo por su edad, Milton Millas lleva más de dos meses en rigurosa cuarentena. Lo que más lamenta del confinamiento es «no ver a los nietos. Me cuesta mucho, soy un abuelo muy presente, cuando puedo o me deja mi hija, los voybuscar al colegio. Son chiquillos muy brillantes. Estoy ya chocho. Y tengo una bisnieta que es un tesoro».

«La familia, las amistades, no pueden venir. No puedo ir a un café en el mall. Los almuerzos de los sábados se acabaron», lamentó. «Yo trabajé toda la vida para tener una vejez más o menos tranquila, manera de pensar que se acentuó después de haberme sacado el cáncer. Y estos días no me los va a devolver nadie». Pese a eso, agradece «estar bien protegido, en zona de confort. Mi hija y mi yerno también son de riesgo y tú no sabes cómo llega el virus. Entonces hay que hacerle caso a la autoridad. Hay que cumplir si uno se quiere salvar. Yo no le tengo miedo a la muerte. Pero ahora hay que ser pelotudo para no tomar las providencias y darle la pelea a enfermarte. Hay que querer la vida. Cuando ves las noticias y ves chiquillos que hacen malones, no lo puedo entender».

Por mientras, se dedica a vigilar su campo por cámara. «Tengo un sobrino agrónomo que me lo maneja. Y ahora se abrió China para exportar mandarinas, porque están recomendando consumir mucho cítrico», cuenta. Y desde ese lugar de tranquilidad, también lo indigna «cuando vienen a decir ‘yo no sabía la desigualdad que había’. No seamos hipócritas. Era cosa de pasar por cualquier barrio». 

También lo preocupa ver la muerte a su alrededor, que ya ha afectado a un doctor y a parientes de amigos. «En una de las últimas salidas, iba bajando por Vitacura y de pronto pasó un carro fúnebre del Hogar de Cristo, iba el chofer y el asistente con mascarillas y atrás un solo auto con una señora. Quién se iba a imaginar que un entierro iba a ser sin público. Esto tiene matices humanos muy fuertes», recordó.

«Yo no sé cuánto va a durar esto. Quiero ser optimista, porque después viene la otra pandemia, la económica. Lo único que sé es que en el mundo hay mucha plata y que las industrias y empresas grandes tienen que reactivarse rápidamente. Si no, lo vamos a pasar muy mal».

Como reflexión final vinculada con sus recuerdos de épocas pasadas del fútbol, el periodista comentó: «¿Desde cuándo que Argentina no gana nada internacionalmente? ¿Con qué coincide? Con la muerte de Julio Grondona. Los saqueos que había de los equipos argentinos en la Copa Libertadores eran atroces. Se habla que el VAR no sirve, pero hace justicia. En el plano dirigencial ya no se atreven a hacer las barrabasadas de antes. Le ponían estufas al camarín en verano, dejar las ventanas abiertas en invierno, mojar la cancha, meterle gente en las concentraciones a los jugadores. Todas esas peluserías se acabaron».

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