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Acción Colectiva por la Educación y desafíos en 2021: «Tenemos que confiar más en nuestros estudiantes»

En conversación con Ciudadano ADN, Marco Ávila aseguró que, en ese aspecto, 2020 no ha sido solamente negativo. "Creemos que se ha desarrollado en los estudiantes una capacidad de agenciamiento".

Agencia Uno

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Acción Colectiva por la Educación frente a los complejos desafíos de la enseñanza: "La casa no es escuela, eso es super importante decirlo"

11:22

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En el marco de un fin de un año marcado por la educación remota y un incierto 2021 en términos de la presencialidad de los estudiantes en sus colegios, Ciudadano ADN conversó con Marco Ávila, jefe de los equipos directivos de Acción Colectiva por la Educación, organización que ha realizado una serie de encuentros para reflexionar y plantear los principales desafíos de cara a una educación equitativa.

Ávila comenzó con una reflexión de los desafíos de enseñanza que llegaron durante 2020. «Ha sido un año complejo, porque dado los niveles de desigualdad que nuestro país enfrenta no todos tenían ni equipamiento, ni conectividad, y en algunos casos más graves, ni electricidad, entonces en una educación o enseñanza remota, basada en el desarrollo de la tecnología hay una deuda importante», resaltó.

Sin embargo, «la mayoría de las y los profesores han enfrentado este año con un nivel de entrega, responsabilidad y creatividad para poder llegar a todos y todas sus estudiantes desde distintas maneras«. Pero no todos son elementos negativos, sino que también hay positivos. «Creemos que se ha desarrollado, en los estudiantes, una capacidad de agenciamiento, que es la autonomía para enfrentar estas dificultades, buscar situaciones e identificar formas de aprendizaje que los modelos tradicionales no teníamos a la vista», destacó.

A raíz de lo anterior, analizó 2021, apuntando a que «primero la escuela tiene una función social, y esa función es ser el espacio donde uno aprende, y por lo tanto, la casa no es escuela, eso es super importante decirlo«.

Así, comentó que «lo que vamos a poder dibujar de manera distinta es la participación de la familia en estos espacios de autonomía. Tenemos que confiar más en nuestros estudiantes, creer más en ellos, darles más posibilidades de equivocarse, de probar, de experimentar, de estar en casa sin el seguimiento de un adulto».

Por esto, revisó el rol de los apoderados frente al proceso educativo de los niños. «No se sí lo que buscábamos o lo que buscamos durante décadas era que los padres quisieran cumplir tareas«, cuestionó, sino que, más bien, puedan aportar a «mejorar las condiciones, como limitar el uso de las pantallas». Y agregó que no es lo ideal «estar encima para que haga solo la tareas, sino que generar condiciones para que ese estudiante se sienta motivado».

Finalmente, Marco Ávila se refirió a la relación de los padres con los colegios, contando que para ellos «la educación sigue siendo una prioridad, un problema y la solución«.

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