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“Invitamos a un hombre a casa para Navidad y se quedó 45 años”

Lo que comenzó como un gesto espontáneo de una joven pareja británica en 1975 se transformó en casi medio siglo de convivencia con un hombre autista que no tenía hogar.

BBC

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La Navidad de 1975 cambió para siempre la vida de una joven pareja en Cardiff, Gales. Rob y Dianne Parsons, entonces de 27 y 26 años, se preparaban para celebrar cuando alguien llamó a su puerta. Era Ronnie Lockwood, un hombre de casi 30 años con autismo a quien Rob recordaba vagamente de la infancia. En una mano traía sus pertenencias en una bolsa de basura; en la otra, un pollo congelado, publica la BBC.

Rob le preguntó por el ave y Ronnie respondió que se lo habían regalado. Sin pensarlo mucho, Rob pronunció la palabra que sellaría su destino: “Pasa”.

Lo que inicialmente era una invitación para pasar la noche y cocinar el pollo, se convirtió en una convivencia de 45 años, llena de desafíos, amor y un vínculo inquebrantable que duró hasta la muerte de Ronnie en 2020.

De la calle a la familia

Ronnie había vivido una vida dura. Enviado a instituciones desde niño y sin hogar desde los 15 años, solía preguntar con temor: “¿He hecho algo malo?”, una secuela de sus años en una escuela para “chicos con retraso mental”. Pero en casa de los Parsons encontró refugio.

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La pareja lo ayudó a conseguir trabajo como recolector de basura y lo vistió con ropa nueva. Rob, abogado de profesión, lo llevaba al trabajo cada mañana. Ronnie contaba con orgullo a sus compañeros: “Oh, ese es mi abogado”.

Con el tiempo, Ronnie se convirtió en parte esencial de la familia. Ayudó a criar a los hijos de la pareja, preparaba biberones y jugaba con ellos. “Nuestros hijos nunca conocieron la vida sin Ronnie. Él estuvo allí antes de que ellos llegaran y siguió estando cuando se fueron”, reflexiona Rob.

“Estaremos juntos para siempre”

Hubo momentos difíciles, como la adicción al juego de Ronnie o la falta de espacio. En una ocasión, la pareja intentó sugerirle que se mudara a un piso cercano, pero la fragilidad de Ronnie y su pregunta recurrente —“¿He hecho algo malo?”— los desarmó.

Días después, Ronnie les preguntó si serían amigos para siempre. “Miré a Di y le dije: ‘Sí, Ronnie, estaremos juntos para siempre’”, recuerda Rob. Y cumplieron su promesa.

El último regalo de Ronnie

Ronnie falleció en 2020 a los 75 años. Su funeral, restringido por la pandemia, tuvo “más demanda que un concierto de Coldplay”. Pero su historia no terminó ahí.

Tras su muerte, la iglesia local construyó un centro de bienestar llamado Lockwood House en su honor. Faltaban fondos para terminar el techo y conectar el edificio nuevo con el antiguo. Sorpresivamente, la herencia que Ronnie dejó coincidía casi exactamente con la suma necesaria.

“Al final, ese hombre sin hogar puso el techo sobre las cabezas de todos nosotros”, concluye Rob emocionado. “Ronnie trajo una riqueza incomparable a nuestras vidas”.

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