Abogado de Mane Swett explica sus argumentos para que ella recupere a su hijo en la Corte de Apelaciones de Estados Unidos
La actriz no se da por vencida luego de que el juzgado de Nueva York y la Corte Suprema de Estados Unidos fallara en contra de sus intenciones de volver a vivir con el pequeño en Chile.
Mane Swett ha tenido un año marcado por la compleja batalla legal que enfrenta en Estados Unidos debido a la retención de su hijo de 12 años, por parte de su expareja, el periodista y escritor estadounidense John Bowe.
Este conflicto comenzó cuando el estadounidense no regresó al menor a Chile después de un período de vacaciones en el verano de 2023, lo que desencadenó una serie de procedimientos legales que aún continúan. Actualmente, la actriz mantiene su mirada atenta en la Corte de Apelaciones de Estados Unidos, esperando una resolución que podría cambiar el rumbo de su situación familiar.
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El origen del conflicto se remonta al 23 de febrero de 2023, cuando la intérprete presentó en Nueva York una petición de restitución de su hijo, basándose en el Convenio de La Haya sobre los Aspectos Civiles de la Sustracción Internacional de Menores. Este tratado internacional busca garantizar el regreso inmediato de los menores sustraídos o retenidos ilegalmente en un país distinto al de su residencia habitual.
El caso de Mane Swett se complicó a medida que avanzaba el proceso judicial, comenzando con un juicio que tuvo lugar entre el 8 y el 19 de abril en la corte del Distrito Sur de Nueva York. El 7 de mayo, la decisión del juez Paul A. Engelmayer fue desfavorable para Swett, ya que determinó que no se devolvería al niño a Chile.
No obstante, el 22 de mayo, la defensa de la actriz, encabezada por el abogado experto en derecho de familia Richard Min, presentó una apelación para revertir esa decisión, según consignó LUN. Actualmente, el caso está en manos de la Corte de Apelaciones, donde se escucharon los argumentos de ambas partes.
Las quejas sobre la fecha que fijó el juez como la de la retención del niño
Uno de los puntos clave que la defensa de la intérprete atacó en la apelación fue la determinación del juez Engelmayer sobre la fecha en que comenzó la retención del menor. Según el fallo original, el juez fijó el 8 de enero de 2023, fecha en la que el niño debía haber regresado a Chile, como el punto de partida de la “sustracción”.
Sin embargo, Min argumentó que la fecha real de la retención fue el 26 de febrero de ese mismo año, cuando Bowe comunicó a Mane Swett que no devolvería al menor durante una mediación realizada a distancia.
De acuerdo con el artículo 12 del Convenio de La Haya, si el procedimiento de restitución se inicia más de un año después de la fecha de la retención ilícita, el tribunal puede negarse a ordenar el regreso del menor si se demuestra que este ya está bien asentado en su nuevo entorno. La defensa de Bowe argumentó que el niño había estado en Nueva York por más de un año antes de que la actriz presentara su solicitud, por lo que estaba “bien asentado”.
Sin embargo, Min defendió la postura de la intérprete, sosteniendo que el 26 de febrero debía ser la fecha considerada para la retención y que, por lo tanto, la solicitud de restitución se presentó dentro del plazo permitido por el tratado.
Acusa influencia del padre en las declaraciones del pequeño
Otro aspecto importante que Min abordó en su apelación fue la supuesta influencia indebida que Bowe habría ejercido sobre el niño. Durante el juicio original, el juez Engelmayer dictaminó que el menor tenía “edad y madurez suficiente para que se le diera peso a sus opiniones” y que “se opuso rotundamente a ser devuelto a Chile”.
En su fallo, el juez señaló que el niño se sentía “deprimido, triste y frustrado” ante la posibilidad de regresar a su país de origen. Sin embargo, Min cuestionó si esos sentimientos eran genuinos o si habían sido influidos por su padre
Min expresó: “Es difícil separar lo que el niño expresó de la influencia indebida que el padre ejerció sobre él (...) si se analizan todos los factores que los tribunales anteriores han analizado para determinar si hubo influencia indebida y este tribunal tiene esos factores frente a él y determina lo contrario, para mí eso es un error”.
El abogado también argumentó que el juez se había centrado en un período limitado de tiempo durante el cual el niño experimentó infelicidad en Chile, lo que no debería haber sido suficiente para justificar su negativa a regresar.
En su alegato final, Min reiteró que no se estaba cuestionando la madurez del niño, sino si sus opiniones estaban libres de influencias externas. “Los tribunales de todo el país han acordado y admitido que cosas como la preferencia escolar o la falta de amigos no son objeciones adecuadas para considerar, porque eso entra en las aguas de la custodia”, afirmó el jurista.
“Tomar unos meses de la vida de un niño como la instantánea de la infelicidad que el padre avivó y decir que el padre no debería haber ido a los tribunales chilenos para pedir la custodia, usurpa el papel de los tribunales chilenos y amplía la definición y el papel de este tribunal en un caso de Convención de La Haya. Eso no es lo que este tribunal debería hacer”, concluyó.
Tras escuchar a ambas partes, la Corte de Apelaciones ahora deberá deliberar y emitir un fallo, un proceso que podría tomar varios meses.