Viuda de Toni Espadas destaca la importancia de Pancho Saavedra y Jorge Zabaleta en su duelo: “No puedo dejar de hablar con ellos”
La doctora en Historia Antigua, Irene Cordón, solo tuvo elogios para los dos animadores de la televisión chilena. “Ahora somos familia”, afirmó.
En este momento, Pancho Saavedra y Jorge Zabaleta ya deberían estar en Barcelona, marcando el inicio de su segunda vuelta a Europa con Socios por el mundo, en medio de un emotivo reencuentro tras la trágica muerte de Toni Espadas. El guía, fotógrafo y amigo de los animadores, fue asesinado el 20 de mayo pasado durante un recorrido por Etiopía.
En esta ocasión, los recibirá Irene Cordón, doctora en Historia Antigua y viuda de Toni, quien esperó tres meses para poder darles el abrazo que tanto necesita. Juntos se dirigirán a Sabadell, una localidad a 20 kilómetros de Barcelona, donde residía el fotógrafo etnográfico.
“Ahora somos familia”
Tras el asesinato del guía turístico español mientras conducía por un camino en Etiopía, en compañía de Saavedra y Zabaleta, se forjó una fuerte conexión entre Irene y el equipo de Socios por el mundo. “Ahí nace un amor muy grande, ellos estuvieron con mi Toni. No puedo dejar de hablar con ellos. Necesito conocerlos más, abrazarlos”, comentó a LUN.
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En cuanto a su relación con Francisco y Jorge, la doctora en Historia Antigua explicó: “Estamos constantemente hablando por videollamadas, mensajes de WhatsApp hasta que les digo a mí me apetece veros. Fui insistente porque lo necesito. No los veo desde que me entregaron el cuerpo de Toni. Lo necesito de una manera imperiosa”.
“Juntos nos estamos ayudando en el dolor. Hablando nos ayuda a sanar. Para mí es muy bueno hablar de Toni y estoy segura de que para ellos también. Estos sentimientos compartidos, esta amistad es para toda la vida. Ahora somos familia”, añadió.
La viuda del guía turístico español reveló que no tuvo que esforzarse demasiado para convencer a Pancho y Jorge de visitarla en España. “Ellos ya tenían pensado venir. Para mí es muy bueno hablar de Toni. Les digo ‘Mi casa está vacía, por qué no vienen’. Mi sorpresa es cuando me dicen que lo han estado pensando y que me quieren venir a ver, no los tuve que convencer para nada”, afirmó.
El sentido del viaje a Barcelona
El propósito del viaje, según Irene, es “cerrar el círculo”. La viuda está ansiosa por recibirlos en Sabadell, donde vivía con Toni, y mostrarles la esencia del hombre que tanto apreciaban. “Conocer a Toni, a ese Toni de nuestra casa. Ellos me demuestran que quieren conocer a ese Toni, entonces te puedes hacer una idea más acabada de él”, expuso.
“La idea es crear nuevos recuerdos. Ellos están enamorados de unas fotos de Toni, de cómo era capaz de captar a esas tribus africanas, solo él lo podía hacer así. Entonces mi idea es que puedan sentir a Toni a través de su obra; conocerlo a través de sus amigos, de sus sabores”, complementó.
Tras ello, la doctora en Historia Antigua compartió que “Teo, mi hijo, me dice que Toni tenía una obsesión con las buenas aceitunas, el buen queso y el vino. Ese olor y ese sabor le encantaban. Cuando llegaba a casa de un viaje ya me decía que lo esperara con sus aceitunas. Muestras de ese tipo y por supuesto abrazarlos mucho”.
El momento en el que conoció a los dos animadores de Canal 13
La conexión entre la viuda del guía turístico español, Jorge y Pancho comenzó desde el día en que ocurrió la tragedia. “Todo empezó ese 20 de mayo que recibo esa noticia tan horrorosa. Mi primera reacción es irme para allá. Mientras en las versiones que me llegaban era que el equipo chileno está a salvo, que han salido ya de Etiopía. Yo no podía entender. Dejaron a Toni y ellos están a salvo, pero si aquí ha muerto una persona, me decía”, recordó.
Irene llegó al aeropuerto a las 5 de la madrugada para recibir al equipo afectado, y fue ahí donde vivió un momento conmovedor con el grupo. “Nunca voy a olvidar esa imagen. Yo no les conocía para nada, ellos a mí tampoco, pero tengo una imagen dolorosa pero a la vez maravillosa. La que estaba más cerca era Maca, de la productora. Nos abrazamos como si nos conociéramos de toda la vida y empezamos a llorar juntas”, rememoró.
“Luego vino todo el equipo. No parábamos de tocarnos, nos cogíamos de la mano. Jorge tenía heridas en la cara del cristal. Ahí les pido que por favor me cuenten lo que ha ocurrido y Jorge, sin pensarlo, me cuenta”, concluyó.