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Diez años después: el testimonio de la última mujer que estuvo con Felipe Camiroaga antes del accidente

En el Me Late Prime Andrés Caniulef se comunicó con Mariana Torres, la joven que compartió con el Halcón de Chicureo minutos antes de abordar el fatal Casa 212.

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Fue la última con la que habló varios minutos. La mujer que compartió con Felipe Camiroaga a sólo horas de su fallecimiento ese fatídico 2 de septiembre de 2011 sacó la voz en Me Late Prime.

Andrés Caniulef se comunicó con Mariana Torres, una de las jóvenes que conversó con el Halcón de Chicureo antes de su viaje.

Un diálogo revelador, íntimo y que la marcó para siempre, ya que sólo guarda bonitos recuerdos de lo que el conductor de TVN hizo por ella.

«Lo recuerdo con mucho cariño siempre. Fue realmente un privilegio (…) estoy muy agradecida de haber vivido eso», dijo la mujer que tuvo la suerte de compartir con el animador gracias a una tarea escolar, que él tuvo la disposición de responder antes de abordar el Casa 212.

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Felipe Camiroaga, sencillo y real

Para Mariana, lo más destacable de ese recuerdo fue precisamente la actitud de la figura de TVN. «Él se tomaba todo el tiempo del mundo a pesar de estar apurado. Se tomaba el tiempo en responder con calma», confesó.

Y agregó que ahí pudo observar «lo orgulloso que estaba de lo que había logrado y lo realizado que se sentía de la persona en la que se convirtió».

Además, la joven manifestó que le llamó la atención «la persona tan real que era. Uno idealiza, pero conociéndolo, era exactamente como en la tele. Una persona carismática, muy de piel. Se tomaba el tiempo con gente que no conocía como nosotras. Era incluso mejor persona de lo que veíamos en televisión». 

Mariana cerró su conversación con Andrés Caniulef expresando que al compartir esos preciados instantes con Felipe Camiroaga «pudimos ver qué tan comprometido estaba con nuestra tarea de lenguaje. Sus respuestas eran completamente honestas. Nos miraba a los ojos mientras respondía y podíamos ver ese compromiso que tenía con nosotras que ni siquiera éramos periodistas de verdad».

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