Ministro Jackson: «Para que podamos tener acceso a beneficios sociales sostenibles, necesitamos un pacto tributario»

El lunes pasado se dio a conocer el nuevo precio de los 79 productos que componen la canasta básica de alimentos, que mostró una variación de -0,5%. En 12 meses, el índice ha tenido una variación de 15,7%. Son bajas que muestran un control de la inflación, una baja en la incidencia del escenario internacional y también un alza en los alimentos de temporada.

«Ayer (lunes) en Lo Valledor nos decía uno de los locatarios que en los productos de temporada, escogiéndolos, se podía generar una dieta nutricional y al mismo tiempo, mucho más barata», destacó la mañana de este martes el ministro de Desarrollo Social, Giorgio Jackson, en conversación con ADN Hoy.

Así, el plátano, por ejemplo, bajó de $2.800 a $1.000; o también las lechugas, las manzanas y la carne molida de pavo. Pero auditores de ADN contaron que no han sentido tanto la baja de precios. El minsitro explicó:

«En marzo del año pasado, los productos eran más bajos. Por lo tanto, el alza de ahora está empezando a revertir una tendencia (…) Los locatarios nos decían que los productos de temporada, al tener más ofertas, permite que los precios puedan ir cayendo. El llamado que hacíamos era comprar en feria libre, en mercados que permitan acceder a estos precios más económicos y al mismo tiempo, poder escoger los productos de temporada que aportan un valor nutricional importante, presentan mejores precios y hacen cundir más el presupuesto familiar».

Ahí es que entonces aparecen las ayudas del Estado: por ejemplo, el bolsillo familiar electrónico, «que agarra en el peak del valor que tuvo la canasta básica protegida, es decir, $13.500, lo extiende hasta diciembre sin bajar su monto, a pesar de que la inflación ha ido cayendo. Y ahora el proyecto de salario mínimo, que busca tener el salario mínimo en $500 mil a julio de 2024″.

El bolsillo electrónico, que paga $13.500 por carga familiar en las Cuentas Rut, además, tiene una extensión por cuatro meses, y que tiene descuentos automáticos del 20% en ferias libres, almacenes, verdulerías, carinerías, panaderías, supermercados y el rubro de alimentos.

Ahora bien, el ministro Jackson aclaró que estos beneficios no tienen ninguna relación con el bono invierno, así como tampoco son excluyentes. Este último está orientado a la calefacción y particularmente a personas mayores.

¿Conducir, gobernar?

El cientista político Juan Pablo Luna planteó, el fin de semana pasado, que los ciudadanos y ciudadanas podrían extrañar los bonos que entregaba el gobierno del expresidente Sebastián Piñera. La gráfica, en el ejercicio comparativo, podría mostrar a una administración en constante entrega de proyectos y no tanto en el ejercicio de gobernar, y que podría expresarse aún más en la discusión del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) dado en el últrimo tramo de esa terminada administración.

«Yo formé parte de las comisiones para elevar esos montos (del IFE), que no llegó al mismo monto final que se logró presionar desde la sociedad civil, desde la academia, desde la oposición en ese momento. Fue un esfuerzo mancomunado, pero que tuvo como resultado un aumento del gasto que era insostenible en términos del gasto fiscal», advirtió el secretario de Estado.

Luego desarrolló: «Nosotros lo que hemos hecho es presentar un proyecto de ley que hace una reforma tributaria que permite recaudar más impuestos para entregar mejores beneficios sociales. Esa reforma tributaria se rechazó. Y uno puede ir a cualquier municipio, en cualquier club de adulto mayor, en cualquier junta de vecino, y les vas a preguntar si necesitan más beneficios y todos van a decir que se requieren más. Pero para que podamos tener sosteniblemente un nivel de acceso a beneficios sociales, necesitamos un pacto tributario. Por eso es tan importante que en una sociedad tan segregada, con tanta falta de cohesión social, que todavía tenemos problemas graves en materia de pobreza, particularmente en pobreza infantil; que podamos tener un acuerdo en materia tributaria que nos permita llegar con mejores políticas públicas».

Resumió: «Estoy completamente de acuerdo con eso, pero para eso muchas veces se necesitan más recursos permanentes. De lo contrario, es absolutamente insostenible».

Programa de Gobierno

Dada la posición minoritaria en el parlamento, la ejecución del programa de Gobierno se hace cuesta arriba. Hay quienes han planteado que el programa está «enterrado» y que la administración tiene que liderar «vía gestión«. Para Giorgio Jackson, el Gobierno tiene que conseguir «acuerdos tranversales»:

«Para nosotros es algo clave, que hemos venido sosteniendo los últimos 6 meses y hemos insistido en esa necesidad. Para poder llegar a acuerdos, se necesitan al menos dos partes, y el Gobierno ha mostrado consistentemente y de manera bastante reiterativa, la voluntad de poder llegar a los acuerdos que permitan que las familias que hoy más lo están necesitando, puedan acceder a mayores beneficios; para que podamos abordar el tema de la delincuencia en serio; para que podamos enfrentar el tema de la niñez y no sea delincuencia en el futuro».

Luego prosiguió: «Eso es algo que está dentro de los objetivos de gobierno y uno tiene que mezclar, por un lado, gestión política y pública y en eso estoy completamente de acuerdo; pero al mismo tiempo proyectos que habiliten eso. Y la discusión en el Congreso no puede quedar ajena. Pero la suma en materia de gasto fiscal sí requiere de las reformas en el Congreso para mejorar el impacto de ciertas políticas sociales, y en ciertas políticas en materia de seguridad y más».

El royalty, el salario mínimo, la persecución de delitos económicos son muestras de esa gestión, cree Jackson. Así, «el Gobierno tiene que avanzar en ambas líneas: por un lado, en las propuestas que nosotros desarrollamos desde un programa y presentamos ante el Congreso nacional y de no haber acuerdo, se llegará a una negociación en cuál es el punto que permita la evacuación de esos proyectos y su despacho a ley, y en ese sentido, tal como lo ha dicho el Presidente, el Gobierno no se para desde la renuncia, sino desde el planteamiento de sus ideas a la ciudadanía y el posterior debate y diálogo en el Congreso para ver cuále s el mejor resultado que puede salir de ahí».