Seis décadas, cinco hijos y una dictadura: El matrimonio de Lucía Hiriart y Augusto Pinochet
La historia de la temible pareja comenzó durante la primera mitad del siglo XX.
Seis décadas, cinco hijos y una dictadura: El matrimonio de Lucía Hiriart y Augusto Pinochet
La tarde de este jueves se confirmó la muerte de Lucía Hiriart a los 98 años, viuda del dictador Augusto Pinochet con quien contrajo matrimonio en los años 40.
A menos de una semana de su último cumpleaños y a días de las elecciones presidenciales, se anunció el deceso de la mujer, quien murió en la tranquilidad de su hogar tras pasar cuadros delicados en su salud.
La muerte de Lucía Hiriart sucede a quince años de la de su esposo, Augusto Pinochet, con quien estuvo casada por más de seis décadas.
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Más de seis décadas
Fue en 1943 cuando Lucía Hiriart y Augusto Pinochet contrajeron matrimonio. Esta unión sucedió luego que vivieran cinco años de noviazgo tras conocerse en la Escuela de Infantería de San Bernardo en 1937.
En abril de 1942 Pinochet pidió la mano de Hiriart a su padre, el abogado Osvaldo Hiriart Covalán -quien además se desempeñó como Ministro del Interior-, enlace que se concretó a pesar de la oposición de sus padres.
Es así como la pareja se casó por el matrimonio civil el 29 enero de 1943 y, al siguiente día, celebraron su unión religiosa en la Iglesia de los Sagrados Corazones (Santiago), en una ceremonia dirigida por el monseñor Augusto Salinas.
Tras casarse, Augusto y Lucía se mudaron a vivir juntos y tuvieron a sus cinco hijos: Inés Lucía, Augusto, María Verónica, Marco Antonio y Jacqueline, quienes nacieron entre 1943 y 1960.
Seis décadas, cinco hijos y una dictadura: El matrimonio de Lucía Hiriart y Augusto Pinochet
Del matrimonio al Golpe
Fue cuando llevaban treinta años de matrimonio que Pinochet lideró el Golpe de Estado, que se extendió hasta los años 90. La influencia de Lucía fue determinante para el dictador para asumir el golpe de 1973.
«Ellos son una unidad, por eso tiene la fuerza que tiene en la imagen colectiva- Pinochet sin Lucía Hiriart probablemente no habría encabezado el golpe, o no hubiera sido el dictador conocido de manera tenebrosa y trágica a nivel mundial», recogió la periodista Alejandra Matus en su libro Doña Lucía.
De esta forma la esposa de Pinochet también se transformó en su asesora y defensora de su política.
«Dos de sus funciones fundamentales durante la dictadura eran que Pinochet nunca perdiera la preminencia frente a sus camaradas, es difícil mirarlo desde afuera, pero si uno se acerca y pone una lupa Pinochet siempre estuvo amenazado por fuerzas internas y ella fue primordial en que él siempre se impusiera con este rol de jefe supremo», dice el libro.
«Otra de sus obsesiones es que la dictadura no terminara, y se alargó mucho más allá de lo que esperaban, por ejemplo, Estados Unidos, que la alentó en su primer momento, u otros comandantes en jefe como que participaron como Gustavo Leigh», detalla el texto sobre el matrimonio que finalmente se extendió por 63 años y culminó con la viudez de Lucía en 2006.
