Incendios forestales en Chile: hectáreas afectadas aumentaron 244% respecto a la temporada anterior
Las pérdidas económicas en viviendas fueron de US$82 millones, mientras que las de vegetación fueron US$531 millones.
Este lunes, la Corporación Nacional Forestal (Conaf) entregó el balance de la temporada de incendios forestales 2022-2023.
Hasta el 25 de mayo, la entidad había contabilizado 431.657 hectáreas, lo que superó en un 244% a la temporada 2021-2022, y más de 464% en los últimos cinco años. Los incendios forestales, en total, fueron 6.947, de los cuales el 35% fueron intencionales (uno de cada tres), según contó el ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela.
Las regiones más afectadas fueron la del Biobío, con 184.210 hectáreas, y La Araucanía, con 116.377 hectáreas. En la primera de las regiones mencionadas el 74% intencional, mientras que en el segundo fue de 48%.
Daño evitado
La Conaf ha desarrollado, vía software, una forma para determinar la propagación del fuego, determinada por factores topográficos, meteorológicos y de tipo de combustible. Sumado a los antecedentes socioeconómicos de la zona estudiada, se puede calcular el daño evitado.
Así, en la última temporada estival se analizaron 15 incendios forestales entre las regiones del Maule y La Araucanía que afectaron 190.568 hectáreas (44% del área perjudicada total). Sobre lo que se evitó fue la afectación de 323.000 hectáreas, aproximadamente. En dinero, las pérdidas económicas de vegetación fueron calculadas en US$531 millones, mientras que lo evitado fue de US$786 millones.
Las viviendas afectadas en los 15 incendios forestales estudiados fueron 3.746 (US$82 millones), mientras que las que se evitaron fueron 46 mil (US$1.257 millones).
Recursos en combate
Fueron 256 brigadas de la Conaf las que combatieron las llamas, conformadas por 2.369 brigadistas. Las aeronaves usadas fueron 41 helicópteros, 26 aviones cisterna, tres aeronaves de coordinación y cuatro tanqueros. A ello se suma la participación de las Fuerzas Armadas, Bomberos, Carabineros y la Policía de Investigaciones, bajo la coordinación del Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred).
Hubo, también, 891 brigadistas provenientes de Argentina, España, México, Colombia, Venezuela, Ecuador, Brasil, Portugal y Francia, más los aportes en materiales de Canadá y Estados Unidos consistente en motobombas, motosierras y mangueras.
