Robo con balacera en botillería de Santiago Centro: locatario había recibido mensajes extorsivos exigiendo millonarios pagos

Durante la noche del lunes, se conoció un cruento robo con violencia registrado en una botillería de la comuna de Santiago, región Metropolitana. El trabajador fue baleado en la cabeza.

La situación ocurrió en calle Curicó esquina Lira. La víctima, sobrino del dueño, de 24 años, estaba trabajando junto a otra persona cuando tres desconocidos, a rostro descubierto, llegan al lugar. Después, armados con armas de fuego, se hicieron con la caja registradora y otras especies, antes de huir.

El capitán Claudio Valenzuela, de la Prefectura Central Metropolitana, detalló: «El regente del local, minutos antes, había sido intimidado por tres sujetos que ingresaron a rostro descubierto. Al oponer resistencia, recibe un impacto balístico en la zona de la cabeza por parte de estos antisociales, los cuales sustraen la caja registradora del local y diversas especies del interior, huyendo en dirección desconocida».

«Según la información que nos aportan testigos y cámaras del lugar, se movilizaban en un vehículo, el que los esperó en la parte exterior, huyendo en dirección poniente de la comuna de Santiago. La persona fue trasladada por los mismos vecinos del lugar, y también por testigos, a la Posta Central, estando en estos momentos en riesgo vital», añadió.

Extorsiones

Uno de los testigos del hecho contó a ADN: 

«Yo soy peruano, llevo 26 años acá en Chile. Nunca pensé que íbamos a llegar a esto. Tenemos varios locales, pero hace como dos meses, más o menos, han venido las amenazas, la extorsión, los robos. En dos meses nos han asaltado siete veces. Ayer le llegó un mensaje a mi mamá: que si yo no quiero pagar, iban a balear a un trabajador. Y lo hicieron hoy. Hemos hecho las denuncias, en la Fiscalía, Carabineros, la PDI. Hasta el día de hoy no hemos tenido resultado».

Trascendió, de forma preliminar, que los mensajes extorsivos databan de hace varias semanas: se les exigía $6 millones de pesos. Es más: el domingo pasado habían recibido un ultimátum, un papel dejado en el negocio.