Allamand se defendió frente a críticas por rol previo a su arribo a Segib: «Jamás hubo ni asomo de abandono de deberes»

«Mi decisión fue conversada durante toda la última semana con el Presidente Piñera». Así fue como el ahora excanciller Andrés Allamand respondió a la pregunta sobre si había sido la máxima autoridad del país quien le había pedido la renuncia.

El otrora secretario de Estado, en conversación con La Tercera, desarrolló este punto: «Desde que fui electo en noviembre como secretario general de la Comunidad Iberoamericana, coincidimos en hacer el mayor esfuerzo para compatibilizar y acompañarlo hasta el final de su período, con las gestiones en mis tiempos de feriado legal que yo pudiera realizar para preparar el cargo que debo asumir próximamente. Por lo tanto, esta fue una decisión absolutamente conversada con el Presidente de la República y, de paso, le doy la oportunidad para agradecerle la confianza que depositó en mí durante este año y medio».

Los factores que anticiparon su salida de la primera línea de gobierno tuvieron relación con las críticas de la oposición: a su juicio, esas mismas opiniones «han desfigurado mis actuaciones en el extranjero», lo que «generó un escenario político de alta tensión, que quizás habría continuado aumentando en el tiempo. Eso no le favorecía ni al gobierno, ni al país, desde el punto de vista que el cambio de mando entre el Presidente Piñera y el Presidente Boric debe efectuarse ojalá en un clima de la mayor armonía política».

Allamand aclaró que las reuniones concretadas en España fueron agendadas para que coincidieran con sus vacaciones. Además, el ser secretario general electo es distinto que el de ser asumido, lo que es la diferencia angular en relación a las críticas por una doble función. Pero el haber renunciado a la cancillería, señaló el exministro, «me permite adelantar mis tiempos».

Sobre quienes han cuestionado el posible uso de recursos públicos en el mismo proceso pre designación de la secretaría general iberoamericano de la Segib, el excanciller lo descartó: «No realicé ninguna gestión que implique ningún tipo de recursos públicos en el proceso«.

Crisis en el norte

En relación al rol que el Ministerio de Relaciones Exteriores pudo haber tenido en la crisis humanitaria que hoy en día se vive en el norte, producto del ingreso irregular de migrantes, Allamand precisó que ocurrió cuando él ya estaba en España: «En cualquier caso, es absolutamente falso que el ministerio haya quedado descabezado, toda vez que el subsecretario Rodrigo Yáñez ejerció como ministro subrogante. Más aún, el que se haya realizado la inédita reunión con las autoridades bolivianas el viernes pasado demuestra que el ministerio funcionó sin inconvenientes».

«Jamás hubo ni asomo de abandono de deberes», añadió la otrora autoridad.

Ante un escenario de posible acusación constitucional surgida por esta misma situación, a su juicio «no creo que la amerita«, pese a que no sea una decisión que pase por él. Pero de proceder, sería «abrir una caja de Pandora insólita».

Estando en la Segib, no puede inmiscuirse en la política nacional. Es una de las condiciones para el cargo. De ahí que zanjara que era el fin de su ciclo en la política chilena. «Creo que se cumplen etapas, yo participé desde muy joven en la política chilena por un período extraordinariamente largo de tiempo y es por eso que quise agradecer a quienes en esta etapa, en estos largos años me acompañaron y también a mis adversarios políticos, con los cuales la gran mayoría siempre mantuve relaciones de respeto y amistad cívica», explicó.

«Me voy de la política chilena con la tranquilidad de espíritu de haber podido dar lo mejor de mí, siempre en beneficio del país. Por supuesto, como cada figura pública, mis aciertos y mis errores son materia de juicio de la ciudadanía», concluyó el exministro.

[dps_related_post ids=»4960775,4960684″]