• 19 MAY 2024

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Olla común de Reñaca revela la cruda realidad en la zona: «Empezamos con 70 raciones y hoy vamos en 168»

La campaña solidaria de Radio ADN llegó hasta la región de Valparaíso, donde una olla común brinda alimentación a vecinos que, en su mayoría, provienen de antiguas tomas de la ciudad. "A mucha gente que venía de las tomas se les encareció la vida al venirse para acá", contó su coordinadora en Ciudadano ADN.

AUDIO: En ADN todo suma: Olla común de Reñaca entrega más de 160 raciones diarias de alimentos

Nayan Caballería es presidenta de la Junta de Vecinos Las Terrazas, de Reñaca, y parte de la olla común que acaba de recibir los aportes de «En ADN todo suma», la campaña solidaria de Radio ADN.

Este grupo solidario trabaja los martes, jueves y sábado. «Empezamos con 70 raciones y hoy vamos en 168 raciones de alimentos para las personas más necesitadas del sector», contó Nayan en entrevista con Ciudadano ADN.

La mayoría de los vecinos de Las Terrazas son reinsertados de antiguas tomas de sectores como Reñaca Alto, Las Pataguas, Monte Sinaí y Villa Independencia. «A mucha gente que venía de las tomas se les encareció la vida al venirse para acá. Son la mayoría de construcción, independientes, o vendedores ambulantes. Nos juntamos un día y vimos que la gente preguntaba si iba a haber olla común. Así que decidimos hacerla», contó.

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El trabajo es en equipo, y mayoritariamente femenino. Así lo relató Nayan: «Las chiquillas vienen el día anterior a picar las cosas, la cebolla, la zanahoria, el pimentón. Tenemos vecinos postrados, que las vecinas les llevan su colación, y harto adulto mayor también. A los niños les hacemos algo especial el día sábado». El menú para hoy, en tanto, es spaghetti con salsa de atún.

El marido de Nayan trabaja en la construcción «como muchos hombres del sector» y quedó sin trabajo «gracias a Dios, hace un mes nomás». La familia la completan tres hijos: la mayor está cuidando a la abuela, y los menores están «encerrados, pero están acostumbrados a vivir así en la adolescencia, así que les gusta».

«Ahora que nos llegó la donación de ADN, vamos a hacer pantrucas en la semana», adelantó Nayan, agradeciendo la colaboración, principalmente porque la falta de recursos ya era una amenaza. «Ya estábamos colapsando aquí, viendo qué ibamos a hacer, porque no se puede parar la olla». Quienes quieran colaborar con esta iniciativa, pueden dirigirse a la sede de la junta de vecinos, ubicada en Nilahue 55. Lo que más necesitan, asegura, son guantes y mascarillas, «porque nos sale caro comprar eso».

La coordinadora de la olla común también contó que, en la sede, «somos de credos distintos, pero un mismo dios, así que todos los días en la mañana nos encargamos a él. Como yo siempre digo, Dios proveerá».

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