Reportaje al obispo Durán: Cuando el pueblo evangélico se siente engañado por su líder, se quiebra

Una reveladora investigación transmitió el programa "Informe Especial" alrededor del patrimonio y de la vida íntima del obispo metodista pentecostal, Eduardo Durán Castro.

El reportaje fue liderado por Paulina de Allende-Salazar, quien reveló en el Ciudadano ADN los aspectos más llamativos de lo que descubrió alrededor del líder religioso, quien compró mayoritariamente en efectivo más de 15 propiedades en los últimos 16 años, además de cederle inmuebles al diputado Eduardo Durán Salinas y Alexia Fredes, una de las mujeres con las que mantuvo relaciones de intimidad.

"Estábamos trabajando hace dos o tres meses, levantando información", reveló la periodista, que resume las impresiones del reportaje en tres visiones. "Un grupo de personas que nos sorprendemos frente a la cantidad de propiedades y cantidad de dinero que se maneja (…). Luego es lo que pasó con las fiscalizaciones, con el SII (…). Y la tercera mirada es la de la gente que sigue al obispo Durán y que, para ellos, el aspecto moral de su líder espiritual es lejos el más importante", reveló.

Incluso, contó que "cuando el pueblo evangélico se siente engañado en las virtudes de su líder espiritual, se quiebra. Y al quebrarse se abren espacios donde sale esta otra información".

En el reportaje también se explica la cantidad de inversiones que terminaron quedando en manos del hijo del obispo, Eduardo Durán Salinas. "Era plata de la iglesia para uso del diputado", detalló Allende-Salazar.

Respecto a la gente que entrega su dinero a la iglesia, explicó que "la gente da convencida. Es un acto de fe", y que existe un acceso muy restringido a rastrear esos fondos. "Es un hoyo negro", afirmó, indicando también que "no ha habido interés de transparentar".

Incluso, a la reportera le impresionó "cómo a la autoridad no le ha llamado la atención en todos estos años" el movimiento económico de estos grupos. "El que el sistema no esté funcionando permite ser suspicaz y preguntarse si no hay aquí, en el fondo, decisiones políticas que estén tras el buen uso o buen ejercicio de nuestras instituciones. Y eso es peligroso"

"Esto le saca la venda al mundo evangélico y a otras instituciones para pedir transparencia", expresó Allende-Salazar, quien encontró llamativo el aspecto que fue clave en la caída de la figura del obispo. "Llama la atención cómo desde las cosas amorosas cae los imperios. La gente no se movió por la posibilidad de robos de platas, sino que por esta vida de intimidad lujuriosa del obispo", destacó.