César Valenzuela y las últimas semanas de trabajo de la Convención: «Hay material suficiente para ir comenzando a generar una idea»

El coordinador de la comisión de Derechos Fundamentales de la Convención Constitucional, el socialista César Valenzuela, cree que ya «hay material suficiente para ir comenzando a generar una idea», de lo que será la nueva Carta Magna. Así lo afirmó la mañana de este miércoles en conversación con ADN Hoy, y así también lo mostraron los resultados de la encuesta Data Influye de abril, que consignó que el 43% de los encuestados ya tiene decidido su voto. Pero falta aún.

«Tampoco es mentira que los temas más polémicos están resueltos en su totalidad. Por ejemplo, la temática de Educación, que es tremendo tema, solo hemos aprobado el título. Faltan cosas importantes. Peor ya hay antecedentes importantes que permiten tomar una posición», agregó.

La forma que va tomando la nueva Constitución avanza como también lo hace la opción del rechazo en el plebiscito de salida de septiembre próximo.

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«Los convencionales que estamos haciendo la pega bien seria, estamos haciendo las cosas como corresponden. Entiendo que hay una señal afuera y también he sido bien crítico de situaciones que han ocurrido adentro de la Convención y las asumo, pero tengo la convicción que cuando termine el proceso y la comisión de armonización haga su pega, que vea esto y ordene y saque (las normas) repetidas, y la comisión de normas transitorias haga un plan de implementación razonable (porque se va a implementar en muchos años), creo que la situación se va a revertir», agregó.

El descrédito del órgano redactor lo atribuye a «muchos condoros que suceden (…) Y por otro lado, tenemos campañas millonarias desatadas desde las AFP, desde las Isapres, en torno a desprestigiar el trabajo de la Convención. Pero no tengo ninguna duda que el proyecto de nueva Constitución será aprobado».

Salud

La comisión que lidera el socialista durante este miércoles revisará un marco general en cuanto al derecho a la salud. Ante los reparos de la desaparición de los prestadores de servicios privados, puso paños fríos: «Lo que tenemos aprobado en la nueva Constitución reconoce la existencia de instituciones privadas de salud, y lo reconoce como rol de rectoría del Estado. Hasta el ministro Mañalich estará de acuerdo con quien debe dirigir la salud en el país no deben ser las clínicas, sino el Estado. Desde esa perspectiva, se regula».

Así, como está el informe hasta ahora (que aún no se ha enfrentado al escrutinio del pleno), existirán las clínicas. Ahora bien, ¿la red de salud estará conformada solo por instituciones estatales? «No está resuelto, pero me atrevo a decir que no», dijo el convencional.

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Luego complementó: «Hemos ingresado una indicación, junto a un grupo bien transversal de constituyentes, que señala que la red de atención pública estará integrada por instituciones públicas y privadas que se integren a la atención de salud del sistema público. Es evidente: el Estado no tiene la capacidad por sí solo de entregar prestaciones de salud por si solo. Lo que tenemos que resguardar es el uso de recursos públicos, porque no podemos pagar sobreprecios, sino lo que corresponden».

Así las cosas, surge la confusión que lo que se conversa en la Convención podría parecer un programa de gobierno. Aunque el convencional Valenzuela despeja las dudas: «La Convención tiene que ofrecer marcos generales para que los Gobiernos puedan garantizar esos derechos. Hemos planteado dos cosas respecto a regulación de los derechos que además, es parte lo que hace hoy la constitución: en primer término, la descripción de derechos integrales, que tiene dimensión física y síquica; pero para que esto no se convierta en letra muerta, que es una de las discusiones que se ha generado con fuerza, es que en cada uno de estos derechos se ha generado un sistema, en términos generales, que permita al Estado el viabilizar el derecho planteado. Desde esa perspectiva, se plantea que hay un sistema nacional de salud, de carácter integral, que pueda atender a la totalidad de la población. Además, se señala que ese sistema también puede estar integrado por prestadores privados».

De esta forma, las cotizaciones para salud irían dirigidas a financiar un sistema nacional de salud, lo que así permitiría otorgar «mejores prestaciones, más especialistas y mejor infraestructura», precisó el convencional.

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