Xi Jinping advierte que Taiwán “es una línea roja” que Estados Unidos no debe cruzar
A pesar de sus diferencias respecto a Taiwán, en la reunión también lograron confluir sus posiciones sobre Corea del Norte y el conflicto ruso-ucraniano.
Por más de tres horas estuvieron reunidos los presidentes de Estados Unidos y China, Joe Biden y Xi Jinping, respectivamente, en la previa a la cumbre del G20, donde la líder chino trazó el límite de la relación entre ambas naciones.
Esta es la primera vez que ambos líderes se reúnen de forma presencial desde que Biden asumió el sillón de la Casa Blanca.
Terminada la reunión, Biden indicó que se hablaron con honestidad y añadió que “defenderemos los intereses y valores estadounidenses, promoveremos los derechos humanos universales y defenderemos el orden internacional y trabajaremos al unísono con nuestros aliados y socios”, dijo el miembro del partido demócrata.
No hay acuerdo por Taiwán
Uno de los temas que mantiene la tensión entre ambos países es el tema de Taiwán. En ese sentido, el presidente norteamericano le mostró su preocupación a su par Chino por las “acciones agresivas” de China, a lo que Jinping advirtió que Taiwán “es una línea roja” que Estados Unidos no debe cruzar.
Cabe recordar que hace un par de meses atrás, la tensión fue máxima con la visita de Nancy Pelosi, presidenta de la cámara de representantes, al territorio en un avión militar.
Sobre todo, porque la visita de una funcionaria de un Estado extranjero implicaba el reconocimiento de la soberanía del país asiático.
No obstante, Biden mencionó en la rueda de prensa posterior que no cree que “no creo que vaya a haber un intento inminente de China para invadir Taiwán”.
Puntos de encuentro
Pero también existieron puntos de convergencia en su postura sobre la política internacional entre las potencias mundiales.
Por ejemplo, uno de ellos fue respecto a Corea del Norte. En donde, Biden le pidió a Xi que ejerza su influencia sobre Pyongyang y directamente con Kim Jong-un para que el régimen se comporte de manera “responsable” y “no realice pruebas nucleares”.
El otro punto que abordaron fue el conflicto ruso-ucraniano y específicamente las amenazas nucleares de Rusia. Sobre aquello, ambos mandatarios han reafirmado su acuerdo en que una guerra nuclear no se debe producir y no se puede ganar.
Así, ambos gobiernos esperan que esta reunión intensifique la diplomacia entre las potencias. Lo que se refrenda con la visita del secretario de Estado de estadounidense, Antony Blinken, a Pekín.