«Nos mandamos una macana»: Autoridad argentina confundió África con Asia y permitió ingreso de crucero pese a nueva variante del covid-19

“Boluda, este barco viene de Cabo Verde, ¿eso no es en África?”, esta fue la frase que advirtió el error, luego que el pasado sábado, una inspectora de la Dirección de Sanidad de Fronteras de Argentina, habilitará el paso de un crucero que provenía de Cabo Verde, nación del continente africano, luego de que la autoridad sanitaria confundiera África con Asia. 

La autoridad sanitaria que argumentó que Cabo Verde se encuentra en Asia, permitió que un crucero procedente de África, llegara al puerto de Argentina, sin controles en medio de la preocupación mundial que existe por el surgimiento y la expansión de la variante Ómicron de coronavirus, la cual se demostró que es altamente contagiosa. 

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Esta situación, se presentó luego que este pasado lunes 22 de noviembre, fueran publicadas nuevas restricciones en la nación transandina, con el objetivo de detener la variante Ómicron, por lo que las personas que estuvieron en el continente africano en los últimos 14 días, debían ser recibidos con extremos controles sanitarios, con el fin de postergar lo máximo posible el ingreso de la nueva cepa a Argentina. 

Pero esto no ocurrió con el buque en cuestión, el Hamburg. Él cual antes de atracar en el puerto argentino, había estado seis días navegando en las aguas del Atlántico. Y que el pasado 26 de noviembre, a las 19:30, ingresó a la terminal de cruceros “Benito Quinquela Martín” del puerto metropolitano argentino, luego que las autoridades de Sanidad de Fronteras le otorgarán la llamada “libre plática”, lo que permite que tanto pasajeros como tripulación pueden descender a tierra firme.

Una autorización sin objeciones

De acuerdo a las autoridades argentinas, para recibir tal autorización, es necesario que el capitán informe previamente cuáles fueron los puertos en donde estuvo el crucero. Además de la cantidad de pasajeros y el estado sanitario de los mismos. Situación que en este caso se cumplió rigurosamente, según detallaron las autoridades sanitarias. Sin objeciones, se autorizó el amarre y el consecuente ingreso y egreso de los 300 pasajeros, en su mayoría alemanes, además el eventual embarque de quienes abordarán la nave en el puerto local.

Todo transcurrió con normalidad hasta las 8:15 del 27 de noviembre, cuando se desató la discusión entre la autoridad sanitaria argentina que detectó que su compañera confundió a Asia con África . Gracias a “la discusión, quedó en evidencia que el personal sanitario que el viernes había habilitado el descenso de los pasajeros, desconocía que el puerto caboverdiano de Praia (del cual procedía el crucero) es parte del Archipiélago de Cabo Verde, ubicado en el Océano Atlántico, frente a las costas de Senegal, en el norte de África”, de acuerdo a lo informado por Infobae. 

“Fue increíble presenciar la acalorada discusión telefónica en el puente de mando del buque, los gritos de la persona que hablaba desde tierra se escuchaban a través del celular de la funcionaria embarcada. Se consultaban mutuamente si Cabo Verde era parte de Asia, de África o de la India. Luego de un silencio, llegó la confirmación: “Es África” nos mandamos una macana”, relató uno de los testigos del hecho, sobre las acciones de la autoridad sanitaria. 

Un crucero en cuarentena

Una vez descubierto el error, llegó la orden de retirar la “libre plática” de la nave. “Señores este buque está en cuarentena en virtud de las disposiciones del Estado Nacional, nadie puede bajar o subir”, se explicó a los pasajeros. En esos momentos también se llevaba a cabo en el barco una inspección rutinaria de la Prefectura Naval Argentina. El personal policial tuvo que desembarcar y trasladarse a través de un corredor seguro a un centro de aislamiento de la institución. 

Simultáneamente, se ordenó a los pasajeros y tripulantes el confinamiento en camarotes a la espera de que se realicen los hisopados de rigor, cuyos resultados se conocerán en las próximas horas. 

A partir del “descubrimiento” de la procedencia geográfica del Hamburg y considerando que habían transcurrido 12 horas desde que se emitió la autorización para bajar a tierra, comenzó una desesperada búsqueda de tripulantes y turistas que se encontraban disfrutando de los atractivos turísticos de Buenos Aires. Por ejemplo, un grupo de turistas alemanes que se dirigía el sábado en una camioneta a Ezeiza para abordar un vuelo de regreso a su país fue interceptado y obligado a regresar a bordo.

Estaba prevista una próximo destino para el Hamburg: el puerto de Mar del Plata. Sin embargo, la escala quedó en dudas porque las mismas autoridades que permitieron el ingreso de la nave al puerto de Buenos Aires ahora consideran que el ascenso o descenso de pasajeros en la ciudad balnearia no era seguro. Nadie en Sanidad de Fronteras explicó las razones de esta medida.

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