España desplegó al ejército ante el arribo de unos 6.000 migrantes a Ceuta

El gobierno español desplegó varias unidades del ejército en Ceuta para controlar la ciudad tras el ingreso de unos 6.000 inmigrantes. La mayoría son marroquíes y cruzaron los enrejados de la frontera. Su llegada se dio a nado y a pie durante todo el lunes y la mañana de este martes.

Los militares se ubicaron incluso sobre la playa del Tarajal con sus tanques. En las últimas 24 horas, miles de jóvenes y familias enteras se lanzaron al mar para llegar al territorio hispano. Entre los viajeros se estima que hay unos 1.500 menores de edad.

Una vocera de la Cruz Roja, Isabel Brasero, comentó que «no tenemos cifras ni de los que hemos llevado al hospital». Los equipos de emergencia recorren la orilla de un extremo a otro del trozo de playa. El objetivo es agrupar a los llegados y ayudar a mantener la calma.

El ministerio del interior español busca negociar con Marruecos la devolución de los inmigrantes. Hasta ahora se ejecutaron cerca de 2.700 retornos, según el ministro Fernando Grande-Marlaska. La cartera envió a Ceuta a 150 agentes de la policía para agilizar esos trámites.

El ministro Grande-Marlaska dijo que adoptarán «todas las medidas necesarias para revertir la situación extraordinaria y excepcional». El Colegio de Abogados de Ceuta confirmó a El País que sus letrados no fueron avisados para asistir legalmente a los retornados.

Un tema central será qué pasará con los menores a los que no se incluyan en la devolución. El ministro precisó que «conforme a la ley y los tratados internacionales protegeremos a los menores». La entrada de 6.000 personas en un día es un acontecimiento inédito en España.

La entrada masiva se produce en un contexto de tensión con Marruecos. Rabat está molesto por el ingreso en un hospital de Logroño del líder de la República Árabe Saharaui Democrática. La cancillería justificó la acogida de Brahim Gali «por razones estrictamente humanitarias».

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