HRW exigió investigar homicidio de niñas argentinas en operativo militar en Paraguay

Un operativo de fuerzas militares terminó con la muerte de las niñas argentinas Lilian y María Villalba, de 11 años. Ese 2 de septiembre el presidente de Paraguay, Mario Abdo, anunciaba la acción contra el Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP). «Dos integrantes de este grupo armado han sido abatidos”, anunciaba el mandatario.

Se trataba del homicidio de las menores en un campamento en una zona selvática del norte del país. La familia y organismos de derechos humanos rechazan la versión oficial y denuncian la destrucción de pruebas. Ahora un informe de Human Rights Watch (HRW) revela la existencia de «graves irregularidades».

El organismo junto con Naciones Unidas exigen una investigación urgente e imparcial. El director para América de HRW, José Vivanco, llamó a que el gobierno paraguayo permita que «peritos forenses argentinos realicen una autopsia». Además estableció que «tengan pleno acceso a las evidencias recogidas».

La familia asegura que Lilian y María eran primas y vivían con la abuela en la provincia argentina de Misiones. A fines de 2019 cruzaron a Paraguay para reunirse con sus padres por primera vez. El País informa que no pudieron regresar por el cierre de las fronteras a causa de la pandemia del coronavirus Covid-19.

Los familiares admiten que los padres son parte del grupo guerrillero, pero niegan que las niñas fueran miembros. El gobierno indica que eran niñas soldado que fueron usadas como «escudos humanos» en el campamento. El ejecutivo paraguayo atribuye al EPP casi 70 asesinatos, la mitad a civiles, desde 2008.

HRW detectó irregularidades como el entierro de las víctimas sin una autopsia y que se quemaran sus ropas. El gobierno argumentó que se hizo de esa forma como medida de prevención por el SARS-CoV-2. Lo particular es que el Ejecutivo no sabe si estaban contagiadas y tampoco quemaron otras prendas del campamento.

Incluso las fuerzas militares paraguayas exhibieron otras ropas a los medios, sábanas, paquetes de alimentos y otros objetos incautados. Peritos del Grupo de Expertos Forenses Independientes (IFEG) criticaron el procedimiento. Los expertos estiman que quemar la vestimenta «representa la destrucción de evidencia crucial», planteando que el actuar «viola los principios más básicos y fundamentales forenses».

A las primas Villalba les dispararon de frente, de espaldas y de costado. Una recibió siete disparos y la otra dos. Sus cuerpos quedaron tendidos boca abajo, por lo que el perito Cristian Ferreira dijo que «evidentemente estaban huyendo».

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