China y Rusia alertaron de una escalada militar luego que Estados Unidos ensayara un nuevo misil
El gigante asiático advierte que "tendrá graves consecuencias negativas para la seguridad regional e internacional".
Las superpotencias se enfrentan. Moscú y Pekín condenaron la prueba efectuada por Estados Unidos de un misil crucero terrestre con un rango superior a 500 kilómetros. El ensayo se produce luego de que espirara el Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF), que prohibía que Rusia y EE.UU. almacenaran, probaran o desplegaran misiles terrestres, convencionales o nucleares, de alcance intermedio.
Un vocero del Kremlin comentó que el ensayo demuestra que "los estadounidenses buscaron desde un principio terminar con el INF", un pacto firmado por Ronald Reagan y Mijaíl Gorbachov en 1987. Washignton acusó a Moscú de violar el tratado durante los ensayos del misil Novator 9M729 y Moscú acusó a la Casa Blanca de incumplir el acuerdo con la instalación en 2015 de un sistema antimisiles en Rumania.
El viceministro de exteriores ruso, Serguéi Riabkov, dijo que las pruebas demuestran que el Pentágono llevaba tiempo desarrollando el nuevo misil, ya que es improbable que en un "plazo de tiempo tan corto" los estadounidenses pudieran haber preparado el ensayo. Lo más lamentable para el diplomático ruso es que con ello Washington revela sus intenciones de "extender el potencial desestabilizador".
Según Riabkov la situación es "lamentable" y agregó que se observa que la Casa Blanca preparó con antelación su renuncia al tratado INF. El viceministro informó que el gobernante Vladimir Putin reiteró en su visita al presidente ruso Emmanuel Macron, que Rusia no desplegará misiles de medio alcance mientras Washington no lo haga. El gobierno chino advirtió de "una escalada de enfrentamientos militares".
El vocero de exteriores chicno, Geng Shuang, manifestó que la prueba realizada por Estedaos Unidos ante las costas de California "tendrá graves consecuencias negativas para la seguridad regional e internacional". La prueba norteamericana se desarrolló desde la isla de San Nicolás y según el Pentágono en el ensayo se utilizó una "variante de un misil de crucero de ataque tierra-tierra Tomahawk".
El extinto Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio no prohibía el desarrollo y el uso de misiles de medio alcance que fueran lanzados desde embarcaciones o aeronaves. Informa El País que las pruebas de Rusia y de Estados Unidos muestran que la carrera armamentista entre ambos países está en auge y que en el futuro seguirá acelerándose, con las consiguientes amenazas que implica para el mundo.
