«Lo único que le voy a agradecer a la vieja»: Natalia Valdebenito cuenta lo más difícil de interpretar a Lucía Hiriart
La comediante habló en profundidad acerca del complejo proceso que fue poder personificar a la esposa del dictador Augusto Pinochet.
La obra El asilo contra la opresión es una coproducción entre el GAM, Fundación Teatro a Mil y Teatro Biobío, que tiene a Claudio Arredondo caracterizado como Augusto Pinochet y Jaime Omeñaca interpretando a Salvador Allende. A su vez que, Natalia Valdebenito tiene el difícil desafío de interpretar a Lucía Hiriart, la primera dama durante la dictadura.
Así es el preámbulo del montaje teatral: «En 1973, en el momento en que Allende se prepara para suicidarse en La Moneda, un agente infiltrado de la KGB le inyecta un suero experimental que lo hace inmortal (DORIAN1). Lo saca en secreto y lo lleva a un asilo de ancianos ubicado en el Cayo Tavernier, cerca de Miami».
«En 2006, cuando agoniza, Pinochet recibe el suero, que se ha perfeccionado por un acuerdo entre Moscú y la CIA, tras la caída del muro de Berlín (DORIAN2) y es llevado al mismo asilo. La coexistencia pacífica que han logrado los residentes se ve interrumpida por la llegada de una inesperada paciente«, añade después. Una obra que es de la periodista Alejandra Matus y que es dirigida Los Contadores Auditores.
La experiencia de Natalia Valdebenito
Sin duda alguna, a la humorista Natalia Valdebenito le tocó el que posiblemente sea su papel más complejo en su carrera, al tener que interpretar a Lucía Hiriart. «Siento que va mucho más al chancho. La define de una manera mucho más carnaza, mucho más brutal. Y eso solamente lo puede hacer la comedia«, afirmó acerca del personaje en conversación con Súbela.
Más adelante, la comediante señaló que personificarla «es difícil por hartos motivos. No solamente por quién es. Si no que es muy difícil meterse en el sentido común tan distinto a una (…) Es una persona que razona de una manera distinta, decide de una manera distinta«.
Luego, agregó: «Y su moral está en otra caja que yo no conocía. Es muy loco verse haciendo esto (…) En un momento me di cuenta que yo estaba poniendo resistencia a ciertas cosas. Casi que poniéndome en el lugar del público, para que no vieran esto. Porque era un sacrilegio«.
«Me descubrí negándome a lo que me estaban pidiendo. Me decían ‘más simpática, más coqueta’. Y yo decía ‘sí’, pero después no lo hacía. Entonces me fui para la casa con esa reflexión y me di cuenta de que como actriz lo que más me ha costado es hacer esa junta. Esa unión entre yo y ella«, añadió.
Al respecto, Natalia Vadelbenito comentó que «como me dijo la Ale alguna vez, ‘hay que sacar la Lucía que todas llevamos dentro’. Mientras más la conozco, menos cerca de Lucía me siento. No logro justificarla«.
«Todo lo utiliza para su propio bien»
Posteriormente, la humorista se refirió a su personaje. «Ella es siniestra. Es una persona que no tiene una altura moral en la cual nos podamos poner cerca. No tiene ninguna compasión por el prójimo, ni por quienes alguna vez quiso. Ni por quienes les importan. Todo está a su uso, todo está a su merced, todo lo utiliza para su propio bien«, sostuvo.
Aunque, igualmente destacó lo que ha sido interpretar a la esposa del dictador Augusto Pinochet. «La gente podría esperar que uno dijera ‘es terrible hacer este personaje’. ¡Es maravilloso! Es lo único que le voy a agradecer a la vieja por existir. Porque es maravilloso poder ser así, poder mirar con ojos de venganza«, planteó.
«Yo nunca lo había hecho. Entonces, como que me pone en un lugar que nunca había habitado«, complementó.
«Estos personajes nos duelen»
Finalmente, acerca de la obra El asilo contra la opresión, Natala Valdebenito señaló que «la historia es incómoda porque estos personajes nos duelen. Porque sin justicia, sin reparación, sin garantía de no repetición, estas son las cosas que suceden«.
«Si en nuestro país hubiese habido justicia, si hubiese otra Constitución, si hubiésemos tenido de verdad el valor de ir en contra de la impunidad, no estaríamos hablando de estos temas«, adicionó y concluyó.