Quién es Ana Obregón, la actriz española que encendió el debate sobre los vientres de alquiler
A sus 68 años, la presentadora se convirtió en madre de una recién nacida, después de perder a su joven hijo producto del cáncer.
Ana Obregón, una reconocida actriz y presentadora española, hizo polémica por convertirse en madre a sus 68 años a través de un proceso de subrogación de vientre en Miami, Estados Unidos. La noticia generó controversia debido a su edad y a la naturaleza del proceso, que es ilegal en su España natal.
Sin embargo, detrás de esta decisión hay una historia de dolor y tragedia. En mayo de 2020, el hijo mayor de Ana Obregón, Álex Lequio, falleció a los 27 años tras luchar contra el cáncer durante más de un año. La actriz y presentadora estuvo al lado de su hijo durante todo el tratamiento y no se separó de él ni un solo minuto.
La muerte de su hijo, nacido de su relación con el conde Alessandro Lequio, primo del Rey Juan Carlos I, fue un duro golpe para la actriz. Poco tiempo después, se sumaron la muerte de su madre y a los meses también la de su padre. Sumida en la tristeza más absoluta, la actriz decidió tomar una decisión muy personal y polémica: ser madre de nuevo a los 68 años.
Le puso su mismo nombre
La actriz presentó a su nueva hija a través de su cuenta de Instagram, donde compartió su alegría por la llegada de su hija a su vida y agradeció a la mujer que llevó a cabo el proceso de subrogación de vientre. «Llegó una luz llena de amor a mi oscuridad. Ya nunca volveré a estar sola. He vuelto a vivir», escribió junto a la portada de la revista ¡Hola!.
La artista viajó a Miami a esperar el nacimiento de la pequeña, a la que también llamó Ana. La bebé nació el 20 de marzo, y el 22 las dos partieron juntas de vuelta a España.
Desde entonces, muchos usuarios de Internet y figuras públicas han acusado a Obregón de participar en el tráfico de personas y aprovecharse de una mujer vulnerable, ya que le «compró» a su hija. Incluso la ministra chilena de la Mujer y Equidad de Género, Antonia Orellana, se sumó a las críticas.
«La desregulación habilita la explotación sexual de mujeres, la trata y la venta de niños/as. El tema de la #csw67 (Comisión de la Condición de la Mujer) fue la tecnología y mi posición fue clara: no ‘prestamos el cuerpo’ y es indispensable erradicar la violencia en todas sus formas, incluidas las que se abren hoy», argumentó la ministra Orellana.
