Chile lidera brecha socio-económica en educación según OCDE
Si bien en Chile, la educación primaria y secundaria son obligatorias la mayor parte del financiamiento de dichas instituciones es con aporte de privados. En tanto un 79,3 por ciento del costo de educación superior corre por parte de las familias.
El
de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), certificó que Chile es el país con mayor segregación socio–económica en el ámbito educacional, además de ser uno de los líderes en gasto privado.
De acuerdo a lo planteado en el documento, el 2009 el país destinó 2.707 dólares por estudiantes primarios y 2.564 dólares para secundarios. Ambas cifras se traducen en que el país gasta en promedio entre USD 7,153 y USD 8,972 por estudiantes de primaria y secundaria, lo que en términos porcentuales se traduce en un gasto por estudiantes de entre un 37 % y 28 por ciento respectivamente.
Los resultados especifican que si bien nuestro país supera a otros países miembros como México, se mantiene muy lejos de los más desarrollados como Nueva Zelanda, Dinamarca, Islandia, Luxemburgo y Noruega que alcanzan los 10 mil dólares por alumno en primaria.
No obstante cuando se establece un nexo entre estas cifras y en relación con el PIB total, el gasto en entidades educativas se acerca a países desarrollados alcanzando un 4.2 % del PIB, igualando a Israel con el mismo porcentaje, y yendo un paso más atrás de Nueva Zelanda (4.5%) y Dinamarca (4.3%)
La hegemonía de las instituciones privadas
Sin embargo, hay otros dos puntos que el informe destaca al referirse a la brecha socio-económica del país. El primero tiene que ver con la prevalencia del financiamiento privado de las entidades educacionales y por otro lado las demandas estudiantiles que se ha suscitado a lo largo del 2011 para lograr, justamente, una educación equitativa y sin lucro.
En este sentido, la OCDE destaca que nuestro país una cuarta parte de la educación no profesional corre por cuenta de los privados, mientras que en el caso de la enseñanza superior, son las familias las que corren con la mayor parte de los gastos, alcanzando un 79, 3 por ciento.
A partir de estos antecedentes la entidad explica que si bien en Chile existe acceso a la educación, el sistema actual potencia las desigualdades sociales, específicamente por la supremacía de la educación privada, uno de los puntos que explicaría la gran convulsión social que decantó en las movilizaciones estudiantiles.