¿Es peligroso? “Bed rotting”, la tendencia de pasar largo tiempo acostado viendo el celular
El fenómeno ha sido practicado cada vez con mayor frecuencia por la Generación Z. Revisa acá todos los detalles.
Con el pasar de los años, las formas de descansar y de “matar el tiempo libre” han cambiado en comparación a generaciones anteriores.
En ese sentido, una práctica que cada vez se está convirtiendo más en una tendencia, es pasar largos periodos de tiempo acostado viendo el celular o la televisión. Dicho fenómeno, se le denomina “bed rotting”.
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Bajo ese contexto, la neurocientífica cognitiva de la Universidad Mayor, Verónica Pantoja, en conversación con The Clinic, definió que el bed rotting es pasar largos periodos de tiempo en la cama durante el día.
En concreto, es estar “sin dormir, dedicándose a actividades pasivas como comer, mirar el celular o ver televisión. Simplemente como una forma voluntaria de retiro del ajetreo diario. Puede entenderse como una espada de doble filo”, detalló Pantoja.
¿Es peligroso? “Bed rotting”, la tendencia de pasar largo tiempo acostado viendo el celular
Según lo descrito por la especialista, el bed rotting puede ser beneficioso para las personas. “Es la sensación de pausa frente a la sobrecarga de demandas. Funcionando como un espacio de autoregulación emocional que en pequeñas dosis puede favorecer la reducción del estrés y la recuperación cognitiva", describió.
No obstante, de igual forma presenta riesgos para la salud de las personas. “Los riesgos surgen cuando esta práctica se convierte en hábito. Se ha observado que el reposo prolongado disminuye la actividad prefrontal y la plasticidad sináptica”, comentó Pantoja.
¿Cómo puede convertirse en un problema? “A largo plazo puede afectar negativamente la memoria y la regulación emocional. Además, al reducirse la actividad física, se limita la liberación de factores neurotróficos como el BDNF, que son proteínas que favorecen la supervivencia, crecimiento y diferenciación de las neuronas y ayuda a crear conexiones entre neuronas, esenciales para la salud cerebral. Lo que puede contribuir a estados depresivos”, aseguró la especialista.
Otro de los puntos a tener en cuenta sobre el fenómeno, es la falta de luz natural para quienes practican la tendencia.
“Desde lo neurocientífico, se sabe que la falta de exposición a luz natural y el exceso de sedentarismo alteran el ritmo circadiano, que es como el reloj biológico interno que regula los ciclos de sueño y vigilia mediado por el sistema nervioso y endocrino, y disminuyen la producción de serotonina y dopamina, neurotransmisores claves para la motivación y el bienestar”, destacó Verónica Pantoja.