Qué significa que una persona esté obsesionada con tener el celular siempre cargado, según la psicología
Descubre aquí lo que opinó una especialista en salud mental sobre esta práctica.

Qué significa que una persona esté obsesionada con tener el celular siempre cargado, según la psicología / Alphotographic
Seguramente, más de alguna persona se ha encontrado con alguien que muestra una profunda preocupación por mantener su teléfono siempre cargado.
Se trata de un hábito que a menudo se traduce en llevar el cargador a todas partes o buscar constantemente un enchufe cercano para iniciar el proceso, independiente si se está en un restaurante o una casa ajena.
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En este sentido, la situación puede darse incluso cuando los dispositivos inteligentes todavía tienen suficiente batería para funcionar durante varias horas. Una práctica que en dicho caso podría parece ilógica para cualquiera.
Ahora bien, todo lo anterior tendría cierta explicación según la psicología. Revisa a continuación la respuesta de una especialista.
¿Qué significa que una persona esté obsesionada con tener el celular siempre cargado?
Según la psicóloga Paloma Rey, colaborado del centro médico español Doctoralia, cargar el teléfono en principio “podría ser una preferencia o una simple adaptación a la vida moderna, en la que estamos constantemente conectados y comunicados”.
Eso sí, acorde a sus declaraciones, recogidas por Men’s Health, “en algunos casos, esto puede derivar en una obsesión y provocar ansiedad ante niveles bajos de batería”.
Así enumeró interpretaciones como:
- Necesidad de tener control y percibir seguridad: puede representar una forma de dominio sobre el entorno inmediato.
- Miedo a la desconexión o FOMO (Fear of Missing Out): Podría mostrar una dependencia importante a los dispositivos y al temor a “perderse cosas”. Pasar por alto información o un par de evento podría generar incomodidad.
- Ansiedad generalizada: querer cargar el teléfono podría ser señal de una ansiedad a mayor escala. “La falta de batería representa un ‘riesgo en su mente’, aunque sea leve, y se convierte en un posible desencadenante”, se plantea.
Para superar lo anterior sería importante reconocer las propias emociones y comportamientos. A la vez, se debería evaluar si conectar el cargador responde a una necesidad real o a un miedo sin razón aparente.
Por último, tampoco sería mala idea desconectar un poco y establecer límite en el uso de los móviles.