• 05 DIC 2025

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Internet ya es la manera más común de encontrar pareja según estudio internacional

Las aplicaciones de citas ya han superado a los amigos en el papel de celestinas, indica la Universidad de Stanford.

El porcentaje de parejas heterosexuales que se han conocido virtualmente ha crecido a pasos agigantados en las dos últimas décadas. Si en 1995 ese porcentaje era del 2%, en 2017 esa cifra ya era del 40%.

Si cuatro de cada diez parejas heterosexuales formadas en 2017 se conocieron gracias a internet, el procentaje aumenta a seis de cada diez en el caso de las parejas homosexuales. Son algunas conclusiones del estudio Disintermediating your friends (en pdf), publicado por la Universidad de Stanford el 15 de julio y para el que fueron entrevistadas más de 5.000 personas entre 2009 y 2017.

Disintermediating your friends no solo habla del aumento de citas por internet, sino también de cómo ese crecimiento ha supuesto la desaparición de los intermediarios a la hora de presentar a personas que acaban formando una pareja. Entre 1995 y 2017, el papel de los amigos como celestinas cayó del 33% al 20%. También el de los compañeros de trabajo, del 19% al 11%. Y lo mismo con los familiares, del 15% al 7% (aunque su papel ya llevaba en declive desde finales del siglo XX).

Los datos del estudio también indican que, desde el año 2010, cada vez más gente se conoce en bares y restaurantes. Pero no se trata de gente que coincida por casualidad en un bar sin haber hablado antes —esta forma de conocerse lleva en declive desde 1995—, sino de personas que ya habían entablado contacto por internet y que deciden desvirtualizarse en estos lugares.

Hay muchas razones para que cada vez más gente se conozca a través de internet. Por supuesto, la explicación más evidente es que, gracias a los smartphones, cada vez pasemos más tiempo conectados, lo que ha llevado a la proliferación de webs de citas.

También la "asincronía", tal y como menciona el estudio. Esta palabra se refiere a que las personas ya no tienen que estar presentes al mismo tiempo para mantener una conversación, como ocurría antes, sino que pueden diferir sus preguntas y sus respuestas. Ocurre algo parecido con el espacio, de manera que las personas ya no están obligadas a coincidir en el mismo lugar, multiplicando las posibilidades comunicativas.

Otra de las razones que menciona el estudio son las posibilidades tecnológicas de las aplicaciones: "Pese a que haya razones para mantenerse escépticos ante la naturaleza científica de sus algoritmos para emparejar a gente, lo cierto es que estas aplicaciones tienen mayor margen para progresar tecnológicamente, frente a la naturaleza más estática de las redes de amigos".

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