Sergi Arola pidió «disculpas» a Emilia Daiber en regreso de El Discípulo del Chef: «Estuve un poco más apasionado»

Tras emitirse un polémico capítulo de El Discípulo de Chef  hace dos semanas, el programa regresó este jueves con la resolución del conflicto que hizo perder el control al chef Sergi Arola y enojó a los presentes.

A modo de resumen, en el último episodio Ennio Carota, chef del equipo verde, decidió no eliminar a un participante del equipo rojo ni verde luego de determinar que sus preparaciones estaban igual de malos.

Esto provocó un conflicto que escaló hasta la producción del programa puesto que no había un plan de resolución para este tipo de situaciones.

Es así como este capítulo comenzó con unas palabras de la animadora Emilia Daiber, quien debió comunicar el veredicto para cerrar el episodio anterior. «Como ustedes ya saben, el capítulo anterior no estuvo exento de polémicas ni conflictos y vimos el fervor de la competencia», comenzó la periodista.

«Pero yo quería invitarlos a que diéramos vuelta la página y que nos sumemos a este desafío maravilloso que se llama El Discípulo del Chef«, dijo entre aplausos tras el regreso.

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A estas palabras decidió unirse el chef Sergi Arola quien se «disculpó» con Emilia aunque luego excusó su actuar con su experiencia. «Yo quería pedirte disculpas. La semana pasada igual estuve un poco más apasionado de lo que ya habitualmente soy, pero yo lo vivo así, llevo 35 años viviéndolo así y dudo que a estas alturas vaya a cambiar demasiado», dijo el cocinero español.

Y continuó: «Pero en cualquier caso intentaré esforzarme al máximo y dar lo máximo de mí para  mis discípulos».

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Ante esta disculpa, la concursante Jacqueline Pardo susurró entre su equipo: «Ya se tomó una pastilla». Por su parte, Carolina Bazán, chef líder del equipo azul fue breve: «Me parece súper bien dar vuelta la página. Uno siempre dice ‘lo que pasa en la cocina queda en la cocina‘».

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Finalmente, Ennio Carota extrajo una reflexión del conflicto: «En la vida real y en la cocina esas cosas pasan. No todo el tiempo, pero suceden. Por eso mismo hay que aprovechar y aprender de esos errores y sentarse en la mesa una vez que pasa la tormenta. Discutir, recorrer lo sucedido para, como se dice, dar vuelta la y empezar de nuevo».

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«Lo bueno es que nadie se eliminó», concluyó Bazán después de las palabras de su colega.