«Invasión Secreta»: una serie de espías al estilo de Marvel que se aleja de los superhéroes

En ADN tuvimos la posibilidad de ver los primeros episodios de Invasión Secreta, la nueva serie de Marvel Studios que llegará a Disney+ el miércoles 21 de junio. Con las primeras apreciaciones se puede decir que responde de la mejor manera a sus altas expectativas.

El Universo cinematográfico de Marvel atraviesa un momento clave y de transición. En este contexto llega una gran apuesta que podría tener resultados muy positivos. Podríamos estar hablando del mejor título de la franquicia bajo este formato.

Tal como se anticipaba en alguno de los diferentes adelantos, tenemos una tonalidad más oscura, siendo un proyecto más maduro y que se aleja de las clásicas historias de superhéroes.

Si bien se podría considerar un descanso de lo que son las capas y superpoderes, nos adentramos de una manera muy específica en un conflicto de espionaje bastante complejo que nos presenta un escenario mundial en caos e incertidumbre.

Precisamente esto es lo que hace a Secret Invasion un título especial, respondiendo a lo que prometía el propio Kevin Feige, asegurando que cada serie del UCM tendrá su propia esencia para brillar de una manera distinta.

Un punto a tener en cuenta, y a modo de recomendación, resulta importante haber visto la película Capitana Marvel, donde se introduce a los skrulls. Este film sirve como buena base para llegar con cierto nivel de conocimiento y contexto.

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Una amenaza desde las sombras

Desde el comienzo de la serie se nos presenta un escenario en el que existe una gran amenaza por parte de los skrulls que han estado ocultos a simple vista de la raza humana. A pesar de que en el pasado se les prometió un nuevo hogar, hoy se alzan con la intención de quedarse con la Tierra.

Como buena historia de espías, el engaño está muy presente y nada es lo que parece, mucho menos con estos extraterrestres que son capaces de cambiar su apariencia física. De esta manera, se presentan giros inesperados que van forjando una trama llena de misterios y suspenso.

Siguiendo con la línea de lo que pudimos ver en Capitana Marvel, la especie alienígena cuenta con una división entre los suyos, aunque ahora se ve mucho más agudizada; cada idolología tiene un propósito distinto respecto del futuro del planeta.

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El regreso de Nick Fury

El regreso de Samuel L. Jackson como Nick Fury es uno de los puntos altos de Invasión Secreta, pero va más allá de la trama de la serie, teniendo un significado potente de lo que ha sido su participación en Marvel.

Ya hemos visto al icónico personaje en roles muy importante a lo largo del UCM, pero hoy regresa un tanto alejado del agente que alguna vez fue. La edad no pasa en vano. Sin embargo, su visión y experiencia sobre los skrull lo convierten en la persona idónea para afrontar el conflicto.

Desde su juventud ha considerado que «humanos y skrulls pueden ayudarse mutuamente», algo que sigue entre sus convicciones al día de hoy. Sin embargo, el tiempo no solo envejece, sino que también puede hacer cambiar algún punto de vista.

Bajo esta línea, Fury se ve enfrentado a algunos skrulls que en algún momento fueron sus aliados y protegidos. La situación no es fácil desde ningún punto de vista, pero cada quien tiene sus razones para tomar una posición dentro del conflicto.

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Una gran pieza del UCM

El elenco tiene un gran trabajo de interpretación, tanto con Samuel L. Jackson en su nueva etapa como Nick Fury así como el debut de Emilia Clarke interpretando a G’iah. Lo mismo ocurre con el regreso de Cobie Smulders como Maria Hill, Ben Mendelsohn como Talos y Kingsley Ben-Adir en el papel de Gravik.

Pero esto es solo una parte de la grandeza de la serie, ya que la trama de Invasión Secreta resulta ser su punto fuerte, ofreciendo una gran historia que llega a refrescar a Marvel Studios. Aquí es clave destacar a Kyle Bradstreet, creador y guionista.

Con los primeros dos capítulos se prevé un gran desarrollo y crecimiento que le permitirá a Secret Invasion posicionarse entre las mejores series del UCM y, quizás, marcar un precedente.

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