Presidente Boric asegura que prioridad de su mandato es hacerse cargo «de las inseguridades económicas, sociales e individuales»

Asegurando que hacerse cargo de «las inseguridades económicas, sociales e individuales» de la población son las prioridades de su Gobierno, el Presidente Gabriel Boric hizo un balance de su primer año en La Moneda a través de una columna publicada este lunes en el diario español El País.

En el texto, además asegura que «Chile no era ni es un oasis, como decían algunos en mi país unos días antes del estallido social de 2019″, agregando que «nos cruzan nuevas y viejas injusticias que vamos a mirar de frente como Gobierno. Pero Chile también es un país sólido, que aborda los problemas y diferencias institucionalmente, con diálogo, con respeto al Estado de derecho, con más democracia y no con menos»

Prioridades para su Gobierno

El Presidente Boric además enumera una serie de desafíos para los tres años que le quedan a su administración, mencionando entre ellas la economía, la democracia y el respeto a los derechos humanos.

«Nos quedan tres años por delante. Derrotar las inseguridades cotidianas, sentar los pilares de un Estado del bienestar, recuperar un crecimiento económico inclusivo, fortalecer nuestra democracia y una cultura de los derechos humanos son los grandes desafíos que tenemos por delante. Tras la conquista de ese horizonte, de ese mejor futuro para Chile, depositaré toda la energía y esfuerzo sin descanso», dice en el escrito.

En cuanto a la seguridad, el Mandatariola califica como «un derecho habilitante para el ejercicio de otras libertades«, y reconoce que «vivimos hoy en una sociedad más impaciente, que exige cambios con rapidez, que no está dispuesta a ajustarse siempre a los tiempos y parsimonias de la política, y es a esta nueva sociedad a la cual tenemos que responder».

Nueva generación y los 50 años del Golpe de Estado

El Presidente también dedica un espacio a hablar de lo que significa para las nuevas generaciones su llegada a La Moneda, donde reconoce que eso hizo que los ojos del resto del mundo se posaran sobre Chile, y agrega que «muchos venimos de las luchas sociales. De nuevas fuerzas políticas que hoy se articulan con otras históricas. Lo nuestro no es una querella generacional, pues nos reconocemos en una larga historia que dieron generaciones anteriores por hacer de Chile una sociedad mejor, más justa y democrática. Somos una izquierda nueva, pero con raíces en la historia de Chile».

Finalmente también se refiere a la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado que dio pie a la dictadura de Augusto Pinochet, puntualizando que «hemos definido tres conceptos que guiarán este año de conmemoración: Memoria, Democracia y Futuro. Quiero mirar al futuro, pero hacerlo con memoria, aprendiendo del pasado. Quiero que Chile se reencuentre en una condena unánime y transversal a las violaciones a los derechos humanos. Ninguna diferencia política explica ni justifica pasar sobre los derechos y la dignidad de los demás. Este año, tenemos el deber de ratificar un compromiso: el límite de la acción política radica en el respeto a los derechos humanos».

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