La Central Unitaria de Trabajadores (CUT) clausuró de manera simbólica la compañía acusada de torturar a sus trabajadores, bautizada como "fábrica del terror", perteneciente al empresario Hugo Larrosa.
La manifestación busca llamar la atención del gobierno para que intervenga la empresa por los vejámenes y vulneraciones a los Derechos Humanos que se han perpetrado en su interior.
En el juzgado de Colina también se interpuso una querella contra Larrosa y todos aquellos que resulten responsables en su calidad de autores, cómplices o encubridores de los delitos de tortura o tratos y penas crueles o degradantes.