SAG profundiza en la encefalomielitis equina: “El virus, para poder llegar al caballo, lo logra a través de un mosquito”

En otro capítulo de tu Nuevo ADN, Andrea Obaido conversó con José Guajardo Reyes, director nacional del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), sobre el brote de encefalomielitis equina en Argentina que enciende las alarmas en Chile.

A modo de contextualización, el invitado señaló que se trata de una enfermedad “que está presente en los otros países” y que “Chile no la tiene”, al igual que los argentinos hasta hace poco. Sin embargo, la presencia en la región fue expandiéndose.

Bajo esta línea, consignó que “ya apareciendo en Argentina, nos empieza a preocupar, porque es nuestro vecino más directo”. Es por esto que llevó al SAG a activar un plan especial de prevención.

Respecto a los detalles de la encefalomielitis, detalló que “es una enfermedad viral; se transmite a través de virus. El virus, para poder llegar al caballo, lo logra a través de un mosquito; este mosquito pica a algunos roedores o aves que tiene la enfermedad y al ir a picar los caballos llevan sangre y ahí transmiten”.

Guajardo precisó que es una afección bastante potente y sería que “termina con problemas neurológicos en que los animales convulsionan y terminan muriendo. Es muy triste”.

Sin embargo, destacó que lo más importante a tener en cuneta es que “también es una zoonosis; significa que también esta enfermedad puede ser transmitida al ser humano“.

¿Cómo se transmite a humanos?

Si bien la encefalomielitis equina califica como una zoonosis, el representante del Servicio Agrícola y Ganadero profundizó en la forma particular y especifica que se puede transmitir a las personas.

Lo primero que aclaró es que “si uno entra en contacto con un caballo que esté enfermo, lo más probable es que no le va a pasar nada (…) el problema es con el vector, con el transmisor, que sería el mosquito“.

A raíz de esto, señaló que “nuestra preocupación está dada principalmente en las zonas en que pudiera aparecer este insecto, que es Arica y Parinacota en el norte, hasta Tarapacá“. Esto, debido a la “temperatura, por las condiciones climáticas tropicales que facilitan el desarrollo del mosquito”, añadiendo también como punto de interés a Rapa Nui (Isla de Pascua).

De igual manera, la autoridad mencionó que, “a nivel de equinos, el moverlos de un lado para otro amplía el rango de riesgo de la enfermedad“.

Plan de vigilancia

Contemplando estos antecedentes, y a modo de prevención por la encefalomielitis equina, desde el SAG trabajan principalmente en el control y monitoreo de los mosquitos, sin embargo, José Guajardo Reyes reconoció que “es bien difícil de controlarlo“.

“Se logra a través de planes de fumigación, de limpieza de las aguadas. Pero obviamente el mosquito también va a necesitar estos ratones -que pica en primera instancia- y también a los mismos caballos”, indicó.

Con estas consideraciones, y siguiendo el ejemplo de lo que se está haciendo en Argentina, el director mencionó que se busca “evitar grandes concentraciones de caballos en un lugar. Hacer algún tipo de cuarentena en lugares donde estén animales enfermos y evitar al máximo pasar con animales de un lado para otro“.

En lo que consigna a la ubicación geográfica y zonas donde se encuentra el virus: “Estamos hablando del sector más este de Sudamérica, de Uruguay, del este de Argentina. No está precisamente pegado hacia nuestro lado”.

Pero, al igual que en casos anteriores como en la gripe aviar, ya comienzan las preparaciones previas y se encienden las alarmas para evitar eventuales problemas graves.