Chile se convierte en el primer país sudamericano en adoptar una «Política Exterior Feminista»
Algunos de los ejes prioritarios de la política son los Derechos Humanos, la erradicación de la violencia de género, el empoderamiento y la mayor representación de las mujeres.
En marzo de 2022, el gobierno del Presidente Gabriel Boric anunció la creación de una Política Exterior Feminista (PEF) en Chile. Este lunes, el canciller Alberto van Klaveren presentó oficialmente la política, acompañado por la subsecretaria de Relaciones Exteriores, Gloria de la Fuente, y la subsecretaria de Relaciones Económicas Internacionales, Claudia Sanhueza.
El canciller destaca que la desigualdad de género limita el potencial de crecimiento y desarrollo de las sociedades. Expresó que la política exterior feminista busca alcanzar un mundo más igualitario, que reconozca y promueva los derechos de las mujeres y niñas, así como represente adecuadamente a las sociedades actuales.
El canciller también dijo que el texto elaborado es un «documento vivo», ya que la política exterior feminista es un paradigma en construcción que se irá actualizando y fortalecerá junto con los avances de la sociedad y los desafíos del futuro.
Con esta iniciativa, Chile se convierte en el primer país sudamericano en implementar una Política Exterior Feminista. Se une a países similares como Francia, Alemania, Canadá, España, Luxemburgo y México, que ya cuentan con políticas.
Algunos de los ejes prioritarios de la política son los Derechos Humanos, la erradicación de la violencia de género, el empoderamiento y la mayor representación de las mujeres, así como el comercio y género.
La Política Exterior Feminista de Chile se caracteriza por ser participativa, inclusiva, transversal e interseccional. Busca abrir espacios para todos los actores en su diseño e implementación, garantizando que sus beneficios alcancen a todas las personas. Promueve una acción coordinada en todos los límites del Ministerio de Relaciones Exteriores y reconoce que la desigualdad de género no solo es estructural, sino que también está determinada por la superposición de diversos factores.
Destaca la igualdad de género como un valor democrático y un activo que refuerza la imagen, el estatus y el reconocimiento internacional de Chile. Además, busca incidir en instancias multilaterales y bilaterales donde se aborden los derechos de las mujeres, adolescentes y niñas, con el propósito de fortalecer la gobernanza global y regional para proteger y promover su dignidad y autonomía.
La política reconoce que las brechas de género obstaculizan el pleno ejercicio de derechos fundamentales, como la participación de las mujeres en la construcción de democracias más representativas, y también limitan el desarrollo del país.
