Vicepresidente de Clínicas Chile señala que isapres les adeudan medio billón de pesos por prestaciones realizadas

Javier Fuenzalida, vicepresidente ejecutivo de Clínicas de Chile AG, conversó con La Prueba de ADN y se refirió a la situación de las Isapres y cómo podría ir reconfigurándose el área de la salud.

Principalmente, desde el sector privado, se tiene una mirada crítica sobre la Ley Corta que, según indicó el invitado, es un «proyecto que establece una discusión que, a la larga, es de otros 18 meses. En el hipotético de que se aprobase, pone plazos muy largos para poder implementarlos«.

«Más allá de proyecto de Ley, lo que nosotros hemos señalado es que, en la ecuación falta otro problema adicional. Se habla de la deuda, de la devolución, pero nadie está hablando del día a día«, añadió.

Haciendo referencia a una «crisis sanitaria», Fuenzalida apuntó a que «las Isapres nos deben, a las clínicas, $500 mil millones en prestaciones que ya dimos (…) en esa conclusión, la crisis financiera que tenemos hoy, nos puede traer un colapso«.

«Esa plata que se debe puede hacer caer el sistema. Si esa deuda no se cancela, sigue este régimen de no pago o se extienden los plazos, lo que va a generar, es que alguna clínica pueda cerrar«, complementó.

Posibles soluciones bajo el rol del Estado

El representante de la asociación expresó «la esperanza» en el Congreso de cara a una posible solución de la crisis de las Isapres y el impacto general que se tiene en el área de salud.

Esto, apelando a que «hay múltiples variables que son de origen público (…) la solución de esta dinámica es multifactorial, no es solamente una medida. En esa conclusión, lo que le hemos pedido al Gobierno es que le dé viabilidad al sistema».

Además, Javier Fuenzalida enfatizó en que esto va más allá de una crisis sanitaria. «Lo que está ocurriendo, es que nos está arrestando a nosotros, los prestadores (…) lo que va a ocurrir es que nosotros vamos a dejar de atender a pacientes del sistema público y privado .

Bajo la misma línea, puntualizó que la preocupación «es por el mundo prestador», por lo que se debe considerar el pago de la prestación, siendo la deuda que afecta en gran profundidad.